Los retos de la infancia en el Perú
Los retos de la infancia en el Perú

“El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”, decía la Nobel de Literatura Gabriela Mistral, y llamaba la atención sobre las necesidades de actuar por el sector de la población que está en mayor vulnerabilidad.

Esta semana, el  hizo público su último informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2016 y reveló algunas cifras sobre los niños y adolescentes del Perú, que llaman la atención por las inequidades que se descubren.

EL RETO. En el informe se recogen datos (ver infografía), que demuestran cómo los niños presentan desventajas desde que nacen por distintos factores, como pobreza, género, origen familiar, etnia, entre otros. Se enfoca en tres tópicos fundamentales: salud, educación y pobreza. En el Perú, el 21.8% de los niños vive en condición de pobreza extrema, lo que “desempeña un papel fundamental a la hora de determinar cuáles son las oportunidades que un niño puede hallar en la vida”.

Las diferencias entre zonas son claras. Mientras en Arequipa, Ica, Madre de Dios o Moquegua menos del 10% vive en esas condiciones, en regiones como Amazonas, Cajamarca y Huancavelica, la pobreza afecta a más del 45%.

VIOLENCIA Y GÉNERO. Además de estos temas, la infancia en el Perú presenta otros retos para los próximos gobiernos. En una entrevista para Correo a finales de 2015, Olga Isaza, representante adjunta de Unicef, llamaba la atención sobre algunos tópicos. Mientras que el Perú ha tenido avances en educación o salud, otros temas como la violencia contra los niños se encuentra naturalizada, tanto en la familia como en colegios.

Otro tema duro es el tema de género. Cerca del 77% de mujeres víctimas de la violencia son niñas. También existe inequidad en los roles que se desarrollan en las aulas, y en la salud con el tema del embarazo adolescente, entre otros.

También se llama la atención sobre las desigualdades en las poblaciones rurales y los menores pertenecientes a pueblos indígenas y originarios, que requieren mayor atención para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.

LEGISLACIÓN. Desde que en 1990 el Perú ratifica la Convención sobre los Derechos del Niño, el país se ha esforzado por adaptar la legislación a fin de reconocer y proteger los derechos de los más pequeños. Son múltiples las normas que resguardan las libertades de los niños, como la Ley 30403, que prohíbe el uso del castigo físico contra los niños; la Ley 30364, que previene y sanciona la violencia contra los integrantes de la familia. Ambas fueron aprobadas a fines de 2015 y tratan de erradicar uno de los temas crudos que aún el Perú debe superar.

Además, cuenta con el Plan Nacional de Acción por la Infancia que presenta objetivos concretos hacia 2021 para la infancia peruana, y que establece los lineamientos para el actuar de cada uno de los sectores del Estado, ya que como explica Paola Bustamante, ministra de Desarrollo e Inclusión Social, las brechas en el acceso a los servicios como el agua, desagüe y telefonía también son importantes al momento de hablar del desarrollo infantil.

En lo que se refiere a la inversión en la niñez, durante 2015, el gasto público destinado para la infancia y adolescencia fue de 28,319 millones de soles, lo que representó un incremento de 10% a lo invertido en 2014. Para el defensor del Pueblo, Eduardo Vega, se necesita una asignación adecuada de recursos, además de coordinación entre el Estado y la sociedad civil. Ya que todas las políticas sociales que no se corresponden con un presupuesto son un saludo a la bandera.

GANANCIA

Inversión en la infancia

Disciplinas como la neurociencia enfatizan la protección de los niños, ya que es la etapa en la que se desarrolla el cerebro. Las ciencias sociales demuestran que el vínculo, las emociones, las capacidades de conectarte con los otros y los valores se desarrollan en la infancia. James Heckman, premio Nobel de Economía, demostró que cada dólar de inversión en los niños significa una tasa de retorno de 8 a 17 dólares a largo plazo.

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