Madre luchadora trabaja de sol a sol por su familia
Madre luchadora trabaja de sol a sol por su familia

Hoy merecidamente miles de madres celebrarán su día de distintas maneras, algunas saldrán a almorzar con sus hijos, el consumo en restaurantes, peñas y demás locales, lógicamente, se duplica, sin embargo otras mujeres, de condición económica más humilde y que a diario se sacrifican trabajando en su casa y en la calle para llevar el sustento a su hogar, solo se conformarán con un abrazo y “un te quiero mamá”. Violeta Robles Palomino (50) es una de estas madres luchadoras que todos los días se levanta a las 4 de la mañana para dejar todo listo y luego salir a vender sus panes en la avenida Sebastián Barranca, muy cerca a la Municipalidad Provincial de Huancavelica.

Luchadora. Hace unos años Violeta junto con otras mujeres y varones formaron la asociación “Qahuashkani” que en quechua significa “estoy observando” que se dedica mediante la promoción del deporte, arte y trabajo de tratar de alejar a la juventud de las drogas y el alcohol.

Madre. Son tres los hijos naturales de Violeta, todos ellos en edad escolar, sin embargo muchos de los adolescentes y jóvenes reformados gracias a su trabajo y enseñanzas también la llaman mamá o cariñosamente profesora. Son decenas los jóvenes, en su mayoría provenientes de hogares disfuncionales a quienes orientan, les enseñan oficios e incluso han obtenido galardones en concursos de danzas y campeonatos deportivos. “Nuestra agrupación no recibe ningún tipo de ayuda de instituciones privadas o públicas, salvo el dinero que obtuvimos de Pro Compite todas nuestras actividades las solventamos vendiendo nuestros productos, yo no pido que me den dinero, solo a instituciones como la municipalidad les pediría que sean más abiertos, cuando hacen algún evento contratan los servicios de grandes empresas o panaderías, nosotros podemos brindar un buen servicio”, expresa algo dolida la protagonista.

Así como ella, centenares de mamás huancavelicanas hoy descansarán unos minutos, serán agasajadas, pero mañana volverán al duro rigor de sus labores y de la realidad.