Operación Chavín de Huantar. Fotos: Joel Alonzo
Operación Chavín de Huantar. Fotos: Joel Alonzo

El 22 de abril de 1997, hace 25 años, el mundo aplaudía uno de los más exitosos rescates de rehenes en el mundo: la Operación Chavín de Huántar. Gracias a este operativo militar se logró liberar de la embajada de Japón en Lima a 72 secuestrados por la banda terrorista del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Fueron 126 días en los que el Perú estuvo en vilo y que terminaron con la muerte de los delincuentes y el sacrificio de dos miembros del comando que ofrendaron su vida por la patria. Uno de los integrantes del grupo de élite que fue parte del operativo, el contralmirante en retiro Manuel Parrales Rospigliosi, no puede evitar la nostalgia y el recuerdo de una experiencia que marcó su vida. “Siento mucho orgullo de haber participado en la operación y también tengo recuerdos tristes por los compañeros que fallecieron (coronel EP Juan Valer, capitán EP Raúl Jiménez), con ellos participamos en los entrenamientos y forjamos una muy buena relación”, dice.

Un comando está preparado para enfrentar al enemigo más peligroso, pero siempre existe el miedo que está en todo ser humano, ¿cómo lo manejaron hace 25 años en el operativo?

El miedo definitivamente existe, pero teníamos la experiencia de haber participado, desde muy jóvenes en zonas de emergencia, habíamos tenido combates reales, habíamos pasado situaciones muy difíciles y vimos a compañeros heridos y otros fallecidos; esas experiencias nos curten mucho. Participábamos de una operación delicada, con un sentimiento general de temor de lo que podía venir; pero también con la tranquilidad de que teníamos un buen entrenamiento muy especializado y capacitado.

En el operativo el margen de error podría haber significado el fracaso de la operación. ¿Lo tomaban en cuenta?

Nosotros teníamos ensayado lo que íbamos a hacer en bastantes oportunidades, en primer lugar la Unidad Especial de Combate de la Marina tenía mucho entrenamiento constante, en base a clínicas de rescate. Hace muchos años llegó un grupo al Perú de israelíes y norteamericanos y muchas unidades continuaron con este entrenamiento. Si bien es cierto existen y podrían existir errores, gracias al tiempo que tuvimos de entrenamiento y también días previos al rescate, todo estaba calculado al mínimo. En todo caso si se producían errores teníamos un plan principal y un plan alterno para poder desarrollar, pero gracias a Dios no se dieron en esta operación.

Qué tan importante fue que trabajaran la Marina y el Ejercito juntos.

Sí, correcto, en un primer momento primero fue llamado el Ejército y en paralelo nos llamaron a nosotros los de la Marina, y tuvimos que integrarnos en el entrenamiento cada uno de los equipos con sus respectivas especialidades. Fue fácil integrarnos y poder reconocer que traíamos capacidades muy similares, teníamos claro el mismo objetivo que era combatir la lacra social que es el terrorismo, yo creo que hasta la fecha todos pensamos de la misma forma.

A 25 años de una operación exitosa, ¿tienes algún temor de que esta historia se vuelva a repetir?

Veo con un poco de tristeza que hay grupos radicales que están en distintos cargos del gobierno y no sabemos realmente hasta dónde van a llegar, y si permitiremos como población de que esa gente logre hacer algo en contra de nuestra sociedad. Hay preocupación por todo lo que nos ha costado la paz a todos los peruanos, no solamente a los militares, sino a todos los peruanos de nuestra generación que hemos vivido situaciones muy complicadas, pero vemos ahora que eso peligra, definitivamente nos preocupa.

Como excomando, si el país está otra vez en peligro, estaría dispuesto a luchar como en la operación Chavín de Huántar.

Por supuesto que si, entré a la Marina y me hice parte de las fuerzas especiales justamente para cumplir ese trabajo y esa misión de defender la paz y lo he logrado. Tengo mis hijos y creo que les he dejado un buen país, con progreso, y espero que también toda la juventud pueda valorar todo el esfuerzo que hicimos y continuar con esa lucha contra el terrorismo en nuestro país. Siempre nos mantenemos alerta, con ganas de que en cualquier momento que sea necesario estar ahí presente, y creo que eso no va a cambiar nunca en nosotros.

MANUEL PARRALES

CONTRALMIRANTE EN RETIRO

Estudió en el Colegio Pedro Ruiz Gallo, ingresó a la Marina de Guerra del Perú en 1987 y se calificó como Infante de Marina. Dirigió la lucha contra el coronavirus en diversas dependencias navales.