A pesar de que la Vía de Evitamiento se encuentra -según técnicos- aún en riesgo, y de que la población ve con intranquilidad las obras del proyecto Vía Parque Rímac, la regidora de Fuerza Social Marisa Glave buscó minimizar el desastre del pasado viernes indicando que la función de la Municipalidad de Lima es ahora "investigar que un murito provisional falló".

En esa línea, Glave respondió a las críticas en torno a la cerrada defensa que Villarán realizó de los errores de diseño estructural en los que habría incurrido la empresa, al denunciar un cargamontón en contra de la alcaldesa de las fuerzas que buscan su revocatoria. Así, dejando de lado cualquier responsabilidad de la MML, apuntó que Villarán se encuentra en un "escenario político complicado", pese a que "en las últimas tres o cuatro semanas ha estado absolutamente disciplinada". "Hay que recordarle a la población que el túnel se construye de abril a diciembre, por tres años, pero la obra es de casi seis años", añadió Glave.

Por su parte, Ítalo Fernández, responsable de Invermet (órgano de control de la Municipalidad de Lima para el contrato de Vía Parque Rímac), tan solo se limitó a indicar que "al final queda una sensación de que esta rotura (del muro de contención) ha generado una falta de previsión", cuando "el plan de contingencia funcionó evitando pérdidas de vidas".

Señaló que el caudal del Rímac alcanzó los 128 m3/s, mientras que la contención estaba diseñada para promedios históricos de 40 m3/s.