Más de la mitad de las piscinas de la ciudad de Lima han sido declaradas como no saludables para el público, según una evaluación realizada por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Sin embargo, las piscinas de los parques zonales administradas por la Municipalidad de Lima no fueron calificadas como 'sucias', más bien son declaradas como ejemplo de buenas prácticas de seguridad e higiene.
En tanto, en el Callao se incrementó la instalación de piscinas portátiles que –sin embargo- han sido señaladas como fuentes de contagio de enfermedades como la proliferación de bacterias y de zancudos, que los utilizan como criaderos cuando el agua es retenida por varios días o es tirada a la calle del Primer Puerto.