Mineros exigen derogación de la ley de interdicción
Mineros exigen derogación de la ley de interdicción

El frío de la noche no fue impedimento para que decenas de mineros artesanales de diferentes partes del Perú, continúen con su protesta. Ellos durmieron a la intemperie en la plaza Dos de Mayo, en el Centro de Lima.

Hombres y mujeres provistos de delgadas colchas, trataban de conciliar el sueño y cargar baterías para continuar con sus reclamos. Ellos solicitan al Gobierno que derogue la ley de interdicción minera, la cual vela por su integridad, la recaudación tributaria y la conservación del patrimonio natural.

"Nosotros no estamos en contra de esa norma, pero que sea más clara porque los únicos beneficiarios son las grandes empresas extranjeras. Queremos formalizarnos, pero el Estado no nos deja, nos ponen trabas", señaló Urbano Barbarán uno de los mineros en huelga.

Los protestantes afirman que son un eslabón importante en la economía del país, pero las autoridades no los dejan producir con todos los beneficios que –según ellos- solo los tienen las grandes mineras transnacionales y a las cuales se les permite hacer "lo que quieren".

Los mineros aseguran que llegaran hasta las últimas y de ser rechazados sus pedidos, empezarán con el bloqueo de carreteras en las principales regiones del Perú. Incluso se supo que en Nazca y Arequipa algunos revoltosos impidieron el libre tránsito de los vehículos.

Menores.- Hasta la capital llegaron junto a sus madres algunos menores de edad que las acompañaban en su protesta. Los niños también dormían en plena vía pública, siendo víctimas del inclemente frío que viene azotando las noches limeñas.

Confundidos entre los manifestantes, se pudo apreciar a dos pequeños que solo estaban tapados con una frazada y sobre cartones, dormían plácidamente sin saber el por qué estaban en ese lugar y no en sus casas.

Consultadas sobre la presencia de los menores, una de las mamás identificadas señaló que "ellos también protestando porque les están quitando el pan de la boca", respuesta descabellada dada por una mujer que no se quiso dar su nombre.

Los pequeños, de aproximadamente 4 y 8 años, tienen que seguir a sus progenitoras en todo el vía crucis que realizarán sin saber cuándo volverán a sus tierras natales.

Desastre.- Este espacio público de Lima, luce de una forma impresentable por la gran cantidad de basura que es producida por los mineros, quienes no utilizan los tachos ubicados a pocos metros de ellos.

Botellas de plástico, envolturas de alimentos, papeles y hasta corontas de choclos, son algunos de los desperdicios que se pueden encontrar a simple vista. Los manifestantes se quedan mudos cuando son preguntados por la falta de limpieza por parte de los presentes.

Cruzando la plaza se ubican dos baños públicos que son utilizados por un mínimo número de hombres y mujeres, mientras que varios mineros prefieren utilizar los postes de la cadena rodea el lugar como letrina para miccionar.

TAGS RELACIONADOS