Luego de varios días de recuperación en el Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz, la montañista japonesa Saki Terada (36) recibió el alta voluntaria tras evolucionar favorablemente frente al cuadro de hipotermia que sufrió durante su expedición al nevado Huascarán, en la región Áncash.
La montañista abandonó el hospital caminando, acompañada de familiares y recibiendo muestras de afecto de ciudadanos huaracinos. Aunque no ofreció declaraciones por la barrera del idioma, Terada expresó gestos de gratitud hacia el personal médico y los rescatistas que contribuyeron a su salvación.
Terada y su compatriota Chiaki Inada (40) quedaron atrapadas a unos 6,500 m s.n.m. durante su ascenso al Huascarán, enfrentando temperaturas extremas por debajo de los -30 °C y condiciones meteorológicas adversas que les impidieron descender de forma segura, según informó la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP). Ambas enviaron una señal de auxilio con un dispositivo GPS, activando un operativo de rescate liderado por la Policía de Alta Montaña y guías especializados.
Lamentablemente, Chiaki Inada falleció por hipotermia mientras era trasladada junto a Terada durante el rescate. Su cuerpo fue recuperado y trasladado a la morgue central del Instituto de Medicina Legal de Huaraz, donde se realizaron los exámenes forenses bajo la supervisión del fiscal provincial penal Pepe Vásquez Cabanillas.
En la tarde, el cuerpo de Inada fue trasladado a Lima para ser incinerado, cumpliendo la voluntad de sus familiares, quienes ya se encuentran en la capital para darle el último adiós. Hasta Lima también viajó Saki Terada para despedirse de su compañera de expediciones, con quien había compartido múltiples ascensos a nevados alrededor del mundo.
La tragedia en el Huascarán recuerda las peligrosas condiciones que enfrentan los montañistas en expediciones de alta montaña, especialmente en temporada de nevadas, donde el clima extremo puede cambiar en minutos y poner en riesgo incluso a escaladores experimentados.