Una mujer cansada de ser maltratada físicamente por su pareja decidió acudir a los ronderos de la zona donde vive para darle una lección a su conviviente en Cajamarca.
El hombre identificado como Wilder se mostró arrepentido luego de recibir nueve chicotazos de su pareja y dijo que "nunca más la tocaría".
Los ronderos estuvieron presentes en el castigo y uno de ellos también azotó al hombre. Su esposa le advirtió que si la sigue golpeando o le vuelve a mentir, lo denunciaría nuevamente ante las ronda urbana de Cajamarca, presidida por el señor Fernando Chuquilin.
Después del castigo, la pareja se abrazó y se reconcilió a pedido del dirigente ronderil.