Oncólogo: “Si el Perú quiere crecer, debe cuidar la salud de sus mujeres”
Oncólogo: “Si el Perú quiere crecer, debe cuidar la salud de sus mujeres”

En el Perú, 8 mujeres al día fallecen víctimas del cáncer de cuello uterino, la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. El principal causante de este mal es el Virus del Papiloma Humano (VPH).

Según información de la  (LCC), el virus se presentaba con mayor frecuencia entre los 30 y 40 años de edad, pero en la actualidad está presente, cada vez más, en menores de 18 años; esto, debido al inicio prematuro de las relaciones sexuales. Eso explica que el 47% de casos de cáncer de cuello uterino avanzado se presenten en menores de 35 años.

Gilmar Grissón, ginecólogo oncólogo de la , informa que si bien la mayoría de las personas sexualmente activas contrae el VPH en algún momento de la vida, no todos producen cáncer. “De todos los casos de mujeres con VPH, en el 80% el virus va a desaparecer espontáneamente; solo entre el 10 o 20 por ciento serán lesiones de cáncer”, explica.

Un problema prevenible. Una evaluación oportuna detecta anomalías a tiempo. Por ello, para que la cifra de muertes por este mal disminuya es preciso que las mujeres cumplan anualmente con sus chequeos ginecológicos. “En medicina, la prevención siempre es mejor que el tratamiento. Muchas mujeres jóvenes, con niños en casa, con trabajos, son las que están muriendo por este cáncer. Cuando una madre muere en un país pobre, el futuro de los niños desaparece. Si el Perú quiere crecer, pues debe cuidar la salud de sus mujeres”, explicó el doctor Krishnansu C. Tewari, especialista en ginecología oncológica, durante su presentación en el Roche Press Day realizado el mes de julio en Colombia. Durante su exposición, aconsejó concientizar a los líderes políticos para “que asuman el compromiso de luchar contra el cáncer de cuello uterino, pues estamos frente a una epidemia”.

Para controlar el avance de este cáncer es preciso que las mujeres se sometan a pruebas de detección. En el Perú se realizan las siguientes evaluaciones:

• Examen citológico de Papanicolaou (PAP). Debe realizarse a partir de los 21 años de edad al menos una vez al año. Ha sido el método de tamizaje común por casi 50 años; sin embargo, también se cuentan con otras evaluaciones.

• Inspección de Ácido Acético (IVAA). Prueba simple que puede ser utilizada desde los 30 años de edad. Los resultados se obtienen de forma inmediata,

• Prueba de ADN del VPH (test PVH). Es el examen ideal y se puede realizar a partir de los 30 años. Es una prueba de biología molecular que permite detectar la presencia de ADN de los tipos de VPH considerados de alto riesgo oncogénico en las células del cuello del útero.

El doctor Grissón explica que estas pruebas son de detección, mas no de diagnóstico. Lo que significa que si alguna de ellas da como resultado la presencia de células anormales, se procede a realizar una colposcopía. “Unas pruebas son más sensibles (efectivas) que otras. El Papanicolaou tiene una sensibilidad intermedia-baja de 50% o menos, la exposición visual con ácido acético (IVAA) está en el orden del 80% y las pruebas moleculares (test de PVH) están entre el 90 al 95 por ciento”, detalla el oncólogo.

Si bien la prueba molecular ha demostrado tener mayor sensibilidad (95%), en comparación con el PAP, en el Perú no es empleada en los procesos médicos como prueba principal de detección del cáncer de cuello uterino.

“El problema es que, si el test se hace en masa, una gran cantidad de mujeres saldrían positivas y se generaría un pánico. Las pruebas moleculares se pueden realizar como prueba scrennig; pero en Perú está validada la citología, hacemos PAP y el IVAA, con ambas pruebas elevamos la asertividad de detección temprana”, explica Grissón.

El oncólogo reconoce que la prueba molecular es más sensible que el PAP y el IVAA, pero aclara que no se pueden realizar solas, deben acompañarse con PAP, pruebas líquidas u otras evaluaciones.

Campaña de vacunación

Otra opción para evitar que más mujeres padezcan cáncer de cuello uterino es la vacunación. Por ello, el Estado peruano ha implementado la vacuna tetravalente que protege de las cepas 16 y 18 del VPH, principales responsables del cáncer de cuello uterino; y también protege de las cepas 6 y 11 responsables de las verrugas genitales, papilomatosis laríngea y también de ciertos tipos de cáncer asociados al virus. La vacuna se aplica a niñas a partir de los 9 años de edad a través de 3 dosis (la segunda después de los 2 meses de aplicada la primera y la tercera a partir de los 6 meses de aplicada la primera). Solo la dosis completa y la realización de chequeos preventivos periódicos reducirán la actual incidencia de cáncer de cuello uterino a nivel nacional.