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Los bosques más extensos del mundo, como la Amazonía, pueden solucionar tres grandes problemáticas mundiales: el cambio climático, una nueva crisis de extinción de especies y la desaparición de culturas. Esta es la conclusión a la que llegaron tras años de investigación especialistas como John Reid y Thomas Lovejoy, dos autoridades mundiales en temas ambientales.

Los especialistas proponen varias medidas para frenar la pérdida de los bosques, entre ellas el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, las áreas menos deforestadas en la Amazonía están dentro de los territorios indígenas.

En Perú, las organizaciones indígenas, acompañadas por WWF Perú, tienen como meta titular 780 mil hectáreas de sus territorios con la finalidad de contar con seguridad territorial. 

Este es el primer paso para la conservación de sus bosques. “Los pueblos indígenas han conservado tradicionalmente los bosques, pues además de constituir su hogar y fuente de alimentos, forman parte de su tradición espiritual. Es por ello que el saneamiento físico y legal de sus territorios debe ser una prioridad”, asegura Cinthia Mongylardi, Gerente Senior del Programa Bosques de WWF.

Los investigadores también remarcan la importancia del uso de la tecnología de vanguardia para monitorear los bosques y evitar la construcción de carreteras que los fragmenten. 

Precisamente, este asunto ha generado agrios debates en países amazónicos como Perú, donde recientemente se ha promulgado una ley que declara de interés la construcción de carreteras en zonas de frontera en Ucayali (Ley Nº 30723). Al respecto, una investigación de la revista Nature, citada por los investigadores, demuestra que las redes viales necesarias podrían construirse sin necesidad de fragmentar bosques.

“La construcción de carreteras no planificadas, ni acordes a una visión amazónica sostenible pueden ocasionar, además de contaminación y deforestación, el desplazamiento y extinción cultural de pueblos indígenas”, advierte Mongylardi.