A pesar de los avances sociales y legislativos, las mujeres en el Perú siguen asumiendo la mayor carga de trabajo no remunerado, lo que afecta su salud, su bienestar y su acceso a oportunidades económicas. Así lo revela la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2024, publicada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Durante la semana, solo el 15,6 % de las mujeres realiza trabajo remunerado, frente al 26,3 % de los hombres. Sin embargo, el 20 % del tiempo de las mujeres se dedica a tareas del hogar o cuidado de personas, mientras que en los hombres este porcentaje es solo del 6,6 %, lo que implica que las mujeres trabajan tres veces más sin recibir pago.
En los fines de semana la tendencia se mantiene: solo el 10 % de las mujeres realiza trabajo remunerado, comparado con el 16,4 % de los hombres, y la carga de trabajo no remunerado incluso aumenta ligeramente en las mujeres (20,8 %), mientras que los hombres apenas alcanzan el 10 %.
“Esta carga triple —trabajo remunerado, doméstico y de cuidado— no solo agota física y emocionalmente a las mujeres, también restringe su acceso al empleo formal, sus ingresos y su autonomía”, advierte Rosa Luz Durán, economista y docente de la Universidad de Lima.
Menos tiempo para el bienestar
La encuesta también muestra una brecha en el tiempo personal y de descanso. Aunque tanto hombres como mujeres aumentaron ligeramente el tiempo dedicado a su bienestar entre 2010 y 2024, las mujeres aún tienen menos tiempo para descansar, cuidarse o recuperarse física y emocionalmente: solo el 69,3 % de su jornada está destinada a ese fin, frente al 73,5 % en el caso de los hombres.
Entre 2010 y 2024, el tiempo de trabajo remunerado diario de las mujeres creció de 5 horas 41 minutos a 6 horas 29 minutos, pero los hombres siguen en ventaja con 8 horas 41 minutos. La brecha diaria sigue siendo de más de 2 horas.
En cuanto al trabajo no remunerado, las mujeres han logrado una leve reducción (de 5 horas 46 minutos a 5 horas 7 minutos), pero aún hacen más del doble que los hombres, quienes dedican solo 2 horas y 9 minutos.
Un llamado a la corresponsabilidad
Para Rosa Luz Durán, la clave para revertir esta desigualdad es promover la corresponsabilidad en las tareas de cuidado.
“Las mujeres enfrentan mayores obstáculos en el ámbito laboral por asumir casi exclusivamente las licencias, permisos y responsabilidades familiares. Esto debe cambiar”, subraya.
La especialista enfatiza la necesidad de implementar políticas que incentiven la participación activa de los hombres en la crianza y el cuidado, tanto en el hogar como en las empresas. Además, señala que es necesario un cambio cultural y estructural, incluyendo campañas de sensibilización, acciones desde la educación y el cuestionamiento de estereotipos de género.
“La maternidad debe entenderse como una responsabilidad compartida por padres, familias, empresas y el Estado”, concluye Durán.