Piura: Caza controlada para conservar la fauna
Piura: Caza controlada para conservar la fauna

¿Cazar para preservar la especie? Sí, esta práctica con ese fin se realiza en el Perú, específicamente en el Coto de Caza El Angolo, ubicado en la provincia de Sullana (Piura).

En esa zona protegida, bajo el resguardo del , se realiza la caza deportiva, pero sustentada en un aprovechamiento regulado de la especie a capturar, tras un manejo adecuado de la misma y con el objetivo de mantener un equilibrio en el ecosistema.

“Tú manejas poblaciones locales para posibilitar que se incrementen y se puedan aprovechar. El fin es mantener un equilibrio en la población, porque si tú no la aprovechas, esta crecería tanto que podría afectar a otras especies. El coto de caza es una figura de conservación. Se trabaja con una especie que en algún momento estuvo amenazada y desarrollas acciones de manejo como restricciones a la caza y logras que en algunos años se pueda incrementar la población”, señala Gloria Rojas, encargada de la unidad operativa funcional de manejo de recursos de Sernanp.

En El Angolo la única especie que se puede aprovechar es el venado cola blanca debido al manejo estricto y exitoso de su población. “El venado cola blanca es la única especie que se puede cazar porque su población no está en riesgo de ser diezmada”, enfatiza Gloria Rojas.

Aldo Aguirre, jefe del Coto de Caza El Angolo, precisa que contar con un área destinada para la práctica ha permitido el correcto manejo de la especie. “El coto de caza es de 65 mil hectáreas, pero solamente se hace manejo de fauna y caza en el 15% de su territorio, es decir, en 10 mil hectáreas porque ahí está regulado y se puede hacer un buen manejo”, afirma.

BENEFICIO ECONÓMICO. Las 10 mil hectáreas de caza de El Angolo están otorgados, bajo un contrato de administración, al Club de Caza, Pesca y Turismo de Piura. Esta institución posibilita el manejo de los recursos en ese ambiente y el ingreso de los cazadores al área. Cada uno de los cazadores, quienes a la fecha son 60, paga una cuota mensual que está destinada al presupuesto del manejo de las 10 mil hectáreas durante un año. Esto incluye pago a personal, mantenimiento de la infraestructura del área, investigación, entre otros.

Además, si un cazador logra obtener una presa paga 120 soles más, dinero que va al tesoro público, señala Aguirre.

En el caso de las personas que no son socias pero están interesadas en la caza del animal, agregó, el pago es de 1500 soles, dinero que también es utilizado en el manejo y conservación del área natural.

DE SUBSISTENCIA. A la par de la cacería deportiva que se practica en El Angolo, existe la caza de subsistencia que también se realiza en otras áreas protegidas.

La cacería de subsistencia es la que practican las comunidades indígenas o rurales en sus localidades.

Esta práctica también está regulada por el Sernanp, que ha establecido un acuerdo con las comunidades que viven en áreas naturales protegidas.

“La caza, que para ellos es una actividad ancestral, sí se permite con fines de subsistencia. Hay un registro de qué especies y cuántas pueden cazar los pobladores”, sostiene Gloria Rojas, quien cita como ejemplo la Reserva Nacional Pucacuro de Loreto, en donde se ha establecido una zona de caza en la que se realiza un censo que permite el manejo de las especies.

DATO

21 venados se cazaron en el 2015 porque solo estos cumplían las características de cornamenta adecuada.

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