Piura: Hallan en el fondo de laguna a niño plagiado en Ecuador

El horror se apoderó ayer de la apartada localidad El Toldo, en la provincia de Ayabaca (Piura) fronteriza con Ecuador, donde se descubrió en el fondo de una laguna el cuerpo sin vida de un niño ecuatoriano que hace 36 días atrás fue secuestrado en su país.

El horrendo crimen sería obra de una banda internacional de secuestradores que plagian a sus víctimas en Ecuador y otros países y los ocultan en el norte peruano.

Horror. Los asesinos metieron el cuerpo del menor de iniciales S.R.M.C., de 14 años de edad, en un saco de polietileno de color celeste, le añadieron cuatro enormes piedras y lo lanzaron al fondo de una profunda cañada.

No se sabe si la víctima estaba viva todavía cuando lo arrojaron a la quebrada “Tuno”, en la zona Peñadero, del sector El Toldo, dentro de jurisdicción del Puesto de Vigilancia Fronterizo de Espíndola de la Policía Nacional.

Niño ecuatoriano. Los criminales habían secuestrado al pequeño en el cantón ecuatoriano de Zumba, a unos 65 kilómetros de distancia de allí, y buscaron refugio en la parte peruana después de cruzar la frontera probablemente utilizando la ruta hacia Cariamanga.

Sus padres, José Abraham Merino Alberca (53) y Doria María Castillo Calva, informaron que el plagio se produjo el pasado 26 de agosto, cuando el menor fue por una ración de panela y azúcar a una bodega de su ciudad natal.

Por testimonios recabados entre los vecinos de la bodega, fueron dos sujetos en una motocicleta amarilla sin placas quienes se lo llevaron, y cuando sus progenitores fueron en su búsqueda solo encontraron la panela regada en el suelo.

Los padres de la criatura recibieron llamadas de la banda de secuestradores que les dijeron que su hijo ya no estaba en Ecuador y le exigían 100 mil dólares para liberarlo.

Tres presuntos plagiadores han sido detenidos por las autoridades ecuatorianas, uno de nacionalidad ecuatoriana, y dos mujeres peruanas, según confirmó ayer la División Policial de Sullana.

Los restos del menor fueron internados en la morgue de Sullana por orden del fiscal Néstor Sosa Carrillo.