Playas con escombros y basura reciben COP 20

Los escombros producidos por el boom inmobiliario, sumados a las malas costumbres higiénicas de la población y al combustible vertido por las deterioradas lanchas pesqueras, vienen pasando factura a las playas de Lima.

De acuerdo con un estudio elaborado por la ONG ambientalista Vida, los balnearios de nuestro litoral son los más contaminados de Sudamérica “y posiblemente del mundo”.

Este diario realizó un recorrido por varias playas de Lima, donde comprobó in situ el alarmante estado en que se encuentran.

contaminación. Aguas turbias, desmonte, basura y un fétido olor a excretas se pueden percibir a lo largo de ocho kilómetros de la Costa Verde, sobre todo en las playas de Chorrillos y Barranco.

Similar es la situación en la playa Carpayo, ubicada en el Callao, donde la corriente trae toneladas de desperdicios vertidos en las costas de Lima.

Según el estudio de la organización Ocean Conservancy, que realiza la “Campaña Limpieza Internacional de Costas y Riberas”, en solo 500 metros de la playa Carpayo se recogieron más de 40 toneladas de basura marina (80 toneladas por kilómetro de playa), cantidad que supera todos los índices de limpieza de playas del continente, donde el promedio es de dos toneladas por kilómetro de playa.

“Son 16 años limpiando la playa y la basura no disminuye; por el contrario, aumenta”, precisó Arturo Alfaro, de la ONG Vida, que participa en el evento.

Otra historia es la de la Costa Verde, donde las aguas turbias y la basura en la playa Los Yuyos hicieron huir a un grupo de nadadores de Amalamar Fest, evento que promueve la conciencia ecológica y donde participaron embarcaciones de recreo, botes de pescadores y surfistas.

desmonte. Uno de los problemas, según señalan los propios pescadores, son los desechos de construcción. “La pesca desciende debido a la contaminación”, comentó el pescador Tenorio García, quien participó en una procesión de San Pedro en Amalamar.

Alfaro precisó que el demonte proviene de los distritos de Magdalena y San Miguel. “Los desperdicios están en el fondo marino o flotando en el agua, y las corrientes los trasladan a las playas”, reveló.