Un grupo de pobladores de la asociación de vivienda Trabajadores Unidos de Construcción Civil viven a salto de mata ante el temor de que en cualquier momento vuelvan a atentar contra su vida. Y es que hace menos de un mes algunos moradores fueron agredidos por los dirigentes quienes manipulan a la mayoría de socios.

Josefina Acero Sarmiento cuenta que el pasado 26 de agosto una turba dirigida por el presidente de la asociación, José Cuela Sucso, rompieron la puerta de su vivienda y la sacaron a golpes. No contentos con ello hicieron arrodillar a sus hijas en la calle mientras insultaban a su madre y quemaban su choza. Todo esto queda corroborado en la denuncia fiscal y el examen psicológico al que tuvieron que ser sometidas las niñas.

ATAQUE DE TURBA

La junta directiva no solo la ha emprendido contra ella sino también contra Yolanda Jimnénez, Sandra Anahua, Lucía Pari y otros socios que se niegan a cancelar y acceder a las cuotas ilegales que pretende cobrar Cuela Sucso. La pobladora denuncia que el dirigente ha vendido un terreno que estaba destinado para un mercado. Por esta razón la tiene amenazada.

Josefina Acero ha solicitado garantías a la gobernación regional pero no se las han otorgado porque el presidente de la asociación donde ella vive ha manifestado que no la conoce. Sin embargo él ha presentado un pedido de garantías contra ella y la gobernación la ha citado para el 2 de noviembre para que haga sus descargos.

TIERRA DE NADIE

Otras veces cuando han habido agresiones ha acudido a la comisaría del sector pero los policías se han negado a atenderlos aduciendo que todos son invasores así que es preferible que se las arreglen entre ellos. Josefina al igual que la pobladora Violeta Delgadillo, señalan que los dirigentes actúan con impunidad asegurando contar con el respaldo de fiscales.

Estas pobladoras exigen a las autoridades que se interesen por resolver esta situación en la asociación antes que la sangre llegue al río. Con las heridas aún cicatrizando y las lagrimas de sus hijos, claman por ayuda esperando encontrar ecos de justicia.

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