Policía impone más de 23 mil papeletas por uso del claxon

El claxon o bocina fue creado con el fin de prevenir accidentes de tránsito. Sin embargo, muchos conductores lo usan sin control, a diestra y siniestra, generando estrés, dolores de cabeza y hasta sordera en los peatones y ambulantes.

Tocar el claxon en exceso e innecesariamente es una de las faltas que más se cometió el año pasado en Lima. El que toca la bocina muchas veces está apurado, estresado, desesperado y agresivo.

La Policía de Tránsito impuso 64,912 papeletas por esta infracción en 2015. Es decir, un promedio de 5492 sanciones cada mes. Solo en lo que va de este año se han colocado 23,675 multas, reveló el jefe de la Oficina de Informática de Tránsito, mayor PNP Juan Carlos Bueno.

“Tanta es la bulla que puede ser comparada con el sonido que causa el paso de un tren”, dijo.

PUNTOS. Las papeletas por el uso desmedido del claxon han sido impuestas en las avenidas Arequipa, 28 de Julio, Javier Prado, Arenales, Petit Thouars, Abancay, Garcilaso de la Vega, Alfonso Ugarte y Grau, plaza Bolognesi. Varias de estas vías registran los más altos niveles de contaminación sonora, pues el ruido alcanza los 81.7 decibeles, cuando lo permitido es 70. Un tratamiento médico por estrés acústico, a causa de estos tortuosos ruidos, puede superar los mil soles, dijeron expertos del Ministerio de Salud consultados.

Pese a que se ha establecido una sanción por esta falta, muchos conductores no tienen reparos en tocar la bocina por gusto. El director de Luz Ámbar, Luis Quispe Candía, opinó que no es suficiente la sanción de S/154 y consideró que la reincidencia en la infracción puede merecer la retención del brevete.

En lo que va del año, la comuna de San Isidro en coordinación con la Policía ha impuesto más de 100 papeletas por esta infracción, en el marco de su campaña “Vive sin ruido”. Miraflores, San Borja y Surco también realizan estas fiscalizaciones en los puntos más críticos.

MÁS MULTAS. Durante el 2015 y en lo que va del año, 1407 conductores fueron multados por usar bocinas de descarga de aire comprimido en el ámbito urbano.