En su cuarto día de desalojo, las calles de Tacora lucen como siempre, desafiando al tiempo y a las autoridades.
Correo realizó un recorrido por la zona sin ningún resguardo policial, ya que solo se vio a lo lejos un patrullero entre las avenidas Aviación y Raimondi.
Los ambulantes aún continúan en los alrededores vendiendo baratijas, repuestos viejos, zapatos y vestidos usados, juguetes, artículos deportivos, entre otros.
Existen algunos vendedores que exigen ser reubicados, pero sin engaños.