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Trágico final. El cadáver del suboficial PNP de tercera Luis Enrique Fernández Alvarado (21) fue encontrado con cuatro impactos de bala en el cuerpo en un terreno descampado de San Martín de Porres.

La víctima tenía alojados los proyectiles en la cabeza, la espalda, el pecho y en una rodilla, según revelaron los peritos de Criminalística y los agentes de la Dirincri.

De acuerdo con las primeras informaciones, el agente laboraba en el destacamento de la Policía Montada de Ancón.

FUE ARROJADO. El cuerpo de Fernández Alvarado permaneció abandonado desde la noche del sábado, según contó un menor que pasó por la manzana D, lote 6, de la urbanización Pro, en la residencial Los Ángeles.

“Yo pasé cerca de las 7 y 30 de la noche y vi el bulto. Pensé que era uno de los borrachos que estaba tomando al frente. Parecía que estaba durmiendo, por eso no me acerqué”, comentó el menor a los agentes policiales.

Los vecinos revelaron que se percataron de la presencia del cuerpo cerca de las 5 de la mañana. También manifestaron que no escucharon ningún balazo.

Por los primeros indicios recogidos, la Policía cree que se trata de un ajuste de cuentas. Esta hipótesis cobra mayor relevancia porque se encontraron las huellas de un vehículo a poca distancia del cadáver.

Ahora los investigadores intentan averiguar si el suboficial Fernández Alvarado fue abandonado muerto en el lugar o si llegó con vida y terminó abatido en la mencionada zona por una banda de sicarios que llegó en horas de la noche.

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