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1 / 6 Retrato del héroe de Angamos.
2 / 6 Óleo del Combate Naval de Angamos, ocurrido el 8 de octubre de 1879 entre el Huáscar y lo mejor de la flota chilena.
3 / 6 Miguel Grau, Lizardo Montero, Aurelio García y García y Manuel Ferreyros, los Cuatro Ases de la Marina.
4 / 6 Espada mandada a forjar por un grupo de damas peruanas residentes en Europa para Grau.
5 / 6 La espada es de acero toledano y empuñadura de oro. Es conservada por la Marina.
6 / 6 Charreteras de contralmirante que Grau no llegó a usar.
El país entero guardará hoy un minuto de silencio en honor al sacrificio del comandante del Huáscar, Miguel Grau, el marino que dio la vida por la defensa de nuestra soberanía y que además como padre, esposo, jefe de su valiente tripulación, político y hasta adversario en la guerra, dejó un legado que nos ha iluminado e ilumina a los peruanos incluso en los momentos más complejos y urgentes.
En la Escuela Naval del Perú, sobre la cripta donde descansan parte de los restos del héroe de Angamos, se lee la frase “Cadetes navales, seguid su ejemplo”. Sin embargo, creemos que es urgente ir más allá y hacer extensiva la invocación a todos los nacidos en este país: “Peruanos, seguid su ejemplo”.
