Imagen
Imagen

La Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), expresó ayer su repudio e indignación frente a los casos de abuso y agresiones sexuales cometidos en contra de menores por algunos miembros del Sodalitium Christianae Vitae (SCV) y por su fundador Luis Fernando Figari.

Mediante un comunicado, los obispos peruanos reunidos en la CEP marcaron distancia frente a las documentadas denuncias contra los distintos miembros del Sodalicio. También señalan que se allanan a las leyes civiles y las denuncias por los delitos sexuales cometidos serán enviadas a las legítimas autoridades.

EXECRABLE CRIMEN. “Compartimos la indignación y el estupor ante estos hechos (las agresiones sexuales contra menores) que jamás debieron suceder, y rechazamos cualquier forma de abuso y maltrato”, precisó el documento.

En otro momento sostienen que “el abuso sexual es un execrable crimen que ofende gravemente a la víctima, a la sociedad, a la Iglesia y a Dios mismo; aun más si se comete violando la inocencia y la confianza de menores, de jóvenes y de sus familias. Por eso, la sociedad y la Iglesia lo deben combatir con todos los medios, tanto en el ámbito civil como en el eclesiástico”

Con el fin de deslindar con el Sodalicio, la CEP exigió a los responsables de las instituciones eclesiales que estos repudiables actos no se oculten y sean denunciados oportunamente. “Como pastores de la Iglesia estamos dispuestos a acoger, escuchar y acompañar a las víctimas de estos lamentables abusos”, añadieron.