¿​Tecnología inca solucionaría crisis hídrica mundial?

El congresista y ex presidente de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso de la República Jesús Hurtado Zamudio (FP), presentó en el VII Foro Mundial de Ciencias en Budapest, Hungría, la tecnología inca para la canalización y aprovechamiento de las aguas de lluvia de la zona alto andina peruana mediante zanjas y reservorios, también denominada “Siembra y Cosecha de Agua”, y la calificó como la solución ante la crisis hídrica mundial.

Ante más de 600 científicos y políticos de renombre, el legislador explicó que dicha tecnología no solo incrementa la disponibilidad del recurso hídrico para el consumo humano o la agricultura, sino que además estabiliza las temperaturas climáticas, reduce la erosión de los suelos, captura el carbono, medidas que además contribuirían en la lucha contra el cambio climático.

“Contamos con un enorme potencial hídrico y con tecnología para aprovecharla, pero necesitamos líderes que la promuevan. Perú podría generar 10 millones de metros cúbicos de agua de lluvia canalizada en 5 años, ¿imagínense los números que produciría todo el planeta en un día, por ejemplo?, suficiente para luchar contra el hambre”, finalizó Hurtado Zamudio.

El parlamentario tomo como ejemplo la iniciativa agroambiental del ingeniero César Dávila en la comunidad de Masajcancha, en Jauja, Junín, que convirtió 20 hectáreas del terreno infértil en un oasis rico en tubérculos, semillas, hierbas y hongos. Durante presidencia en la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología entre los años 2012 y 2013, realizó una audiencia descentralizada en la zona.

En la ponencia también reveló las acciones que realizó como Presidente en la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso de la República en 2012-2013 para empoderar y otorgar mayor presupuesto al Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica - CONCYTEC, “nuestra meta es la creación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología”, acotó.

Es así que destacó el incremento de su presupuesto anual en 760% (de US$ 5 millones a US$ 38 millones), y la asignación de US$ 513 millones para proyectos científicos y de US$ 230 millones para becas de postgrado en 150 universidades del mundo.