Tirso Vargas: la abogacía es una de las profesiones más desacreditadas

El 2 de abril de cada año se celebra el Día del Abogado en el Perú, en homenaje al jurista Francisco García-Calderón Landa, el mismo que fue instituido mediante la Resolución Suprema de fecha 14 de marzo de 1952 y ratificado por Ley Constitucional N° 23248.

El abogado Tirso Vargas, en diálogo con Correo, analiza la labor que cumplen los profesionales del derecho en las distintas instituciones públicas de la región y también el ejercicio de la profesión libremente, donde para él debe primar la ética y los principios.

Correo: ¿Qué perfil debe tener un abogado?

Tirso Vargas: Primero, debe ser una persona con principios, no basta tener una formación académica. El abogado debe caracterizarse por su honestidad, de tal manera que genere confianza en las personas a las cuales presta sus servicios. Hoy en día la abogacía es una de las profesiones más desacreditadas y gran parte de culpa la tienen los propios abogados, que han olvidado que prestan un servicio social en busca de la verdad. Hay muchos abogados que no merecen ser llamados como tales.

C: ¿Cuál es el papel de las universidades y la formación de los abogados?

T.V.: El Perú solo necesita 35 mil abogados, existen 70 mil y a la fecha se encuentran estudiando 40 mil. Por lo que urge tomar medidas para suspender temporalmente las autorizaciones para la creación y el funcionamiento de nuevas facultades de derecho. Asimismo, debe eliminarse la modalidad de educación a distancia.

Nuestras universidades, deben revisar su currícula, para adecuarla a las exigencias del nuevo siglo. Se están preparando abogados para litigar, cuando deberían prepararlos para enfrentar todos los campos del derecho moderno.

C: ¿Cuál es el papel del abogado en la administración de justicia?

T.V.: Se ha criticado mucho al Poder Judicial, por ser una institución que la población la considera como corrupta. Sin embargo, no debe olvidarse que el Poder Judicial está compuesto precisamente por abogados. Por ello, el letrado antes que abogado patrocinador, debe ser un auxiliar de la justicia, un colaborador de ella.

C: ¿Cómo contribuye el abogado en la administración pública?

T.V.: Hoy en día existen pocos abogados capacitados para desempeñarse en el campo de la Administración Pública. Muchos de los abogados solo se han dedicado a ampliar sus conocimientos en el campo el derecho Civil o Penal y como resultado tenemos que al momento de ingresar a la carrera pública no comprenden que también existe la justicia administrativa y resuelven los casos pensando que solo son una instancia para agotar la vía administrativa.

C: ¿Cuál es el rol de los procuradores de las instituciones públicas?

T.V.: Lamentablemente los procuradores públicos tienen la idea que son los abogados del jefe de pliego. Ellos están para defender y velar por los intereses del Estado y el correcto uso de los recursos públicos. No son abogados del alcalde o del gobernador regional. Necesitamos que se modifique la ley para que los procuradores sean designados por el Consejo de Defensa Jurídica del Estado y sean remunerados directamente, y así evitar que estén condicionados a los designios de sus jefes.

C: ¿El abogado está capacitado para desempeñar todas las especialidades del derecho?

T.V.: No necesariamente, siendo tan amplio el campo del derecho, la tendencia es hacia la especialización. Para ello, las universidades, deben ofrecer a sus egresados una amplia gama de especialidades, para luego certificarlos. Vamos a llegar a un momento que los Colegios de Abogados certificarán a los especialistas en un determinado área.

C: ¿Qué labor debe cumplir el Colegio de Abogados?

T.V.: El Colegio debe ser visto como el abogado del pueblo, una institución que esté pendiente de los problemas de la región y contribuir a su desarrollo. Hoy en día se ha convertido en un club de amigos sin mayor trascendencia. Es una institución que se ha aislado de la ciudadanía, cuando debería ser el foro político de debate de los grandes temas nacionales.

C: ¿Usted cree que los abogados son éticos al momento de desempeñar su profesión?

T.V.: Lo ético es ante todo la conducta honesta y una buena formación moral capaz de rechazar cualquier intento de soborno y chantaje. En ello debe contribuir el Colegio de Abogados aplicando las más severas sanciones a los miembros de la orden que estén comprometidos en un ejercicio indebido de la profesión. Hay que reforzar la idea de la junta de decanos para hacer realidad la creación de un sistema deontológico y un registro de sanciones de abogados.

C: Desde su implementación del Nuevo Código Procesal Penal en el Distrito Judicial Puno, ¿Qué resultados percibe usted?

T.V.: No basta la sola promulgación de un nuevo cuerpo normativo para dar inicio a la reforma de la justicia penal. No ganamos nada con una reforma del procedimiento penal, lo urgente es también una transformación integral del sistema de justicia penal. En general, un mayor compromiso de los altos niveles jerárquicos de la administración de justicia y una mayor coordinación con otras entidades, pero sobre todo un cambio cultural que oriente el papel de los llamados operadores del derecho con una visión más humana y en beneficio de la población.

C: ¿Qué opinión le merece la creación del Consejo Ejecutivo Distrital del Poder Judicial en Puno?

T.V.: Creo que traerá beneficios importantes para la administración de justicia en nuestra región. La facultad de proponer la creación o supresión de nuevas salas, así como de nuevos juzgados especializados o mixtos y de paz letrados, contribuirá a disminuir la carga procesal que es lo que esperan lo justiciables.