​Una granada dejada por el Ejército siembra muerte en una comunidad nativa 
​Una granada dejada por el Ejército siembra muerte en una comunidad nativa 

La curiosidad se convirtió en desgracia. Los 5 amiguitos, que minutos antes habían salido de sus clases, entraron a una zona prohibida, encontraron una granada y en su inocencia comenzaron a jugar a los soldados. “Nosotros somos morocos” repetían con firmeza.

Pasaron unos minutos y se escuchó un estruendo ensordecedor, se levantó humo en el lugar que era utilizado por el Ejército para realizar prácticas militares. Los cinco estaban tirados en el suelo mal heridos producto de este explosivo que habría sido dejado por los militares. La comunidad nativa de Teoría (Satipo) llora.

Eran las 14:20 horas y Neptali Valderrama Gonzáles (10) gritaba: “Papá sálvame”, pero sus lesiones eran tan graves que murió a los pocos minutos. Su carpeta del quinto año que cursaba ahora luce vacía. Los otros 4 pequeños Abel V.G. (10), Richard W.V.(10), Bernabé Ch.C. (10) y José Ch. C. (12) yacían con múltiples lesiones y se quejaban de dolor. La madre de uno de los menores corrió hasta el lugar donde la escena era de terror. Los comuneros ayudaron a evacuar a los heridos al centro de salud de Mazamari y al hospital de Pangoa.

“Mi hijo era un niño con una vida por delante, solo fue a jugar, cuando llegué a la comunidad lo encontré muerto. Su cuerpo estaba destrozado. ¡Porqué no me mataron a mi mejor y no mi hijo!, quiero justicia”, exclamaba el padre desconsolado, Abel Valderrama Santos.

PIDE JUSTICIA. “El Ejército tiene que responder, mi hermanito era un niño sano y ahora está en coma, no puede hablar”, reclamó Yuli Chumpati Cayetano en el hospital Daniel Alcies Carrión hasta donde fue evacuado José (12) para ser sometido a una delicada operación en el cráneo. La joven reclamó por la demora en la evacuación de los heridos. “El accidente ocurrió a las 2 de la tarde, hasta las 7 de la noche los militares les prometieron llevar a Lima a los heridos, pero a mi hermano lo llevaron a Huancayo” acotó.

La jefa de la comunidad nativa de Teoría, Inés Pichuca Quinchoquer manifestó que es la segunda vez que el Ejército ingresa a realizar sus prácticas de tiro sin contar con autorización de la comunidad y ante la desgracia ocurrida tomarán medidas.

A LIMA. Los niños heridos Abel, Richard y Bernabé fueron traslados a los hospitales Hipólito Unanue y del Niño en Lima y José permanece en el hospital de Huancayo. El director de este nosocomio, Henry Aguado Taquire mostró la tomografía donde se observan múltiples fracturas en el lado frontal derecho del cráneo.

El neurocirujano Carlos Amaro mencionó que al explotar la granada el impacto generó que el cráneo se fracture a tal extremo que muchos huesos pequeños quedaron incrustados en el cerebro y no los pueden retirar.

El menor fue intervenido quirúrgicamente durante 3 horas y media, lo sometieron a una craneotomía. El procedimiento consiste en cortar parte del cráneo y lo guardaron en su abdomen para que se descomprima el edema (inflamación) que lo aqueja. Los galenos también le han hecho una cura quirúrgica para evitar la infección. Por el momento la situación del pequeño estable.

El comando conjunto de las Fuerzas Armadas publicó un comunicado donde detallan las circunstancias del accidente e indican que todo está en investigación. Asimismo manifiestan que apoyaron en la evacuación de los menores heridos y expresan las condolencias a los deudos.

Habla la hermana. “Es una negligencia del Ejército, ellos dejaron olvidada una granada, los niños estaban jugando por ahí, y ahora mi hermanito está en coma, él era un chico sano. Pedimos justicia y que paguen los responsables”.

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