FOTOS A VANESA VASQUEZ, DIRECTORA DE ONG JUGUETE Y HOGAR PENDIENTE DE LA ORGANIZACION DE AYUDA A LOS NINO Y FAMILIARES QUE VIENEN DE PROVINCIAS Y LES DA ALOJAMIENTO. Foto: Britanie Arroyo
FOTOS A VANESA VASQUEZ, DIRECTORA DE ONG JUGUETE Y HOGAR PENDIENTE DE LA ORGANIZACION DE AYUDA A LOS NINO Y FAMILIARES QUE VIENEN DE PROVINCIAS Y LES DA ALOJAMIENTO. Foto: Britanie Arroyo

Un día estaba sentada frente a la computadora, había renunciado a mi trabajo y me encontré con una frase que decía: ‘Hay dos momentos importantes en la vida de una persona, el día en el que naces y el día en el que descubres tu propósito’. Me encantó lo que leí, lo memoricé y a los dos días empecé a ver que existía un mundo que para mí era lejano, nunca me había involucrado en la ayuda y empecé a hacer voluntariado. Me puse a trabajar con dos amigos y allí se inició la magia”.                                                                                                               

Vanessa Vásquez recuerda ese instante decisivo en su vida, a ocho años de la creación de su ONG Juguete Pendiente, institución que nació para ayudar emocionalmente a los padres que tenían a sus pequeños internados en el Instituto de Salud del Niño en San Borja.

¿Y cómo se logró ese vínculo?            

Nosotros acompañábamos a los papás que pasaban por un momento muy difícil y ellos sentían mucho alivio con nuestra presencia. Toda esa contención y angustia era trasladada hacia nosotros y nuestra misión era ir con juegos, arte, musicoterapia, manualidades y llegamos a estrechar vínculos muy fuertes. Se convirtieron en nuestras familias, festejábamos con ellos Navidad, cumpleaños, Día del Niño, Día de la Madre, del Padre. Reuníamos  alrededor de 75 voluntarios un fin de semana, era una locura.

Evidentemente la pandemia afectó el voluntariado..

Al día siguiente de declararse la cuarentena nos reunimos con la directora y nos dijo que no podíamos regresar al hospital. Para nosotros fue una noticia muy fuerte, porque estábamos involucrados en un programa que ayuda a las familias que vienen de distintas regiones para poder atender a sus hijos e hijas con tratamientos muy complejos. Fue como si nos dijeran que ya no puedes regresar a tu casa.

¿Y cuál fue la respuesta?

Fue muy doloroso, pero luego de asimilarlo dijimos: ‘¿qué hacemos’? Nosotros trabajamos con distintos ejes, articulamos con aliados y decidimos poner un albergue temporal, y como nuestros programas tienen el nombre de pendiente le pusimos Hogar Pendiente. Nos propusimos ayudar a las familias que estaban en tránsito al tener sus hijos en tratamientos ambulatorios prolongados. Les dimos espacio a 16 familias y les armamos como unas carpas.

Las exigencias eran otras, pero la esencia era continuar con la ayuda al prójimo.

Improvisamos como un campo de refugiados en la que tenían alimentación, talleres, todo ocurría en una cancha de fútbol, pero decidimos cerrarlo en diciembre del año pasado. Pero en este ir y venir y trabajar con las familias, nos dimos cuenta que habíamos detectado la necesidad y que sería importante que esta cobertura continuara. Fue así que quisimos realizar una colecta el año pasado con miras a poder tener un espacio, no llegamos a la meta pero en el camino nos cruzamos con un joven empresario que nos prestó un hotel. Ahora lo que estamos haciendo es una colecta para poder mudarnos a un espacio más grande y poder atender a más familias.

En tiempos de crisis recolectar dinero es una tarea muy complicada...

Es verdad, no es nada fácil, nos está costando un montón, nuestra meta es de un millón pero vamos recién en 121 mil soles. Lo recaudado será solo para asegurar la operatividad del albergue por un año y medio atendiendo más de 250 familias al año y cubriendo el 100% de sus necesidades.

A pesar de la coyuntura, no eres de tirar la toalla.

Más allá de que yo me levante cada día a luchar para conseguir donaciones, que es sumamente fuerte, yo sé que en alguna parte del Perú alguien esta siendo impactado por lo que hacemos nosotros. Tengo mucha fuerza y mucha resiliencia para no rendirnos, ahora que estamos mal de fondos, y probablemente si no conseguimos la plata el albergue puede cerrar, hay una fuerza interior que me dice: ‘tranquila, va a pasar, todo lo bueno va a llegar’.

¿Quién es Vanessa Vásquez?

Magister en innovación social. Influencer social, speaker, voluntaria, líder de sostenibilidad. Logró recaudar más de 7 millones de soles entre bienes, servicios,  ayudando a miles de personas en el Perú.