Vicario de Cusco pide a jóvenes: "No al libertinaje en Semana Santa"

Frente al feriado largo que trae la Semana Santa, la importancia del acercamiento familiar y el descanso de forma moderada, es propuesto por la Iglesia a la población cuqueña, recordando la necesidad de reconectarse con los valores cristianos. Sin embargo, muchos fieles consideran que la festividad se ha convertido en un espacio para el excesos y el desenfreno.

Al respecto, el padre Carlos Tolentino, vicario del Arzobispado del Cusco, instó a que los jóvenes se sumen a la devoción y sentimiento de reflexión que trae la Semana Santa y que este fin de semana se evite el libertinaje, y utilizar este tiempo para hacer un alto y valorar el sacrificio de Cristo, para acercarnos a Dios, pensar en nuestras vidas y nuestras familias.

mensaje.“Que todas las familias de la arquidiócesis y del Cusco en general, vivamos una Semana Santa de acuerdo a como Dios quiere que vivamos, procuremos fortalecer lo lazos de unidad en cada familia procuremos estar juntos y acompañemos al señor Jesús en estos sus últimos días de vida, sobre todo en la resurrección, que nos invita a vivir el triunfo de Dios sobre el demonio, el triunfo de la vida sobre la muerte, el triunfo de la alegría sobre la tristeza. Todos podemos tener esa experiencia de la Pascua, el morir a todo lo malo, de lo que hace daño y renacer en una vida nueva, porque Jesucristo siempre nos acompaña todos los días de nuestras vidas”, citó el referido vicario.

En las celebraciones del Jueves Santo, el lavado de pies es un rito que se mantiene en diferentes parroquias e iglesias junto a la feligresía cusqueña, este año no fue la excepción y miles se sumaron a este acto de devoción y sentimiento que conmemora la Última Cena del Jueves Santo, donde Jesús instituyó dos sacramentos: La Eucaristía y el Orden Sacerdotal antes de su muerte. 

El Arzobispado del Cusco, al frente del monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, conmemoró el Jueves Santo con la solemne misa de la Institución de la eucaristía y del sacerdocio y con el tradicional lavado de pies, donde el sacerdote realizó el lavatorio de pies a doce ancianos del asilo de la Recoleta, quienes representaron a los apóstoles.