Alan García: "Si me tocara a mí ser presidente, asistiría a la comisión 'Lava Jato'"
Alan García: "Si me tocara a mí ser presidente, asistiría a la comisión 'Lava Jato'"

Al final de una jornada de ocho horas en la, el expresidente abrazó a todos los integrantes de su bancada allí presentes, y alzó el brazo derecho hacia los balcones del hemiciclo repleto de periodistas, como en sus mejores momentos de campaña.

Airoso, salió del Palacio Legislativo rodeado de sus congresistas y, en los exteriores, fue vitoreado por un grupo de partidarios.

García arribó al Parlamento Nacional a las 9.00 a.m. Fue recibido por cinco de los siete integrantes de la comisión: Víctor Andrés García Belaunde y Marisol Espinoza no se presentaron a la sesión por estar con licencia.

Solo cuatro de los integrantes del grupo investigador participaron en el interrogatorio: Rosa Bartra, presidenta del grupo; Jorge Castro (Frente Amplio), Gino Costa (oficialista) y Karina Beteta (Fuerza Popular). El integrante Mauricio Mulder se mantuvo en silencio, excepto para reclamar algunos detalles en favor del expresidente.

Un detalle de interés fue la presencia en pleno de la bancada del en la sesión, aún cuando, salvo Mulder, pertenece a la comisión en condición titular: Elías Rodríguez (secretario general del APRA); Jorge del Castillo, Luciana León y Javier Velásquez Quesquén. Todos ellos intervinieron en defensa del expresidente.

Alan García acudió con los abogados Erasmo Reyna y Genaro Vélez.

Durante el gobierno de Alan García (2006-2011), la constructora Norberto Odebrecht pactó contratos y concesiones S/6797’984,583.45 (seis mil 797 millones de soles) en concesiones por el tramo 1 y 2 del Metro de Lima ; la Interoceánica, el Gasoducto del Sur del Perú, entre otras obras.

EMPLAZA A PPK

Minutos antes de comparecer ante “Lava Jato”, el líder aprista invocó al presidente a acudir a esta comisión. “Yo no le doy lecciones a nadie, pero si me tocara a mí ser presidente, en este momento, y tuviera que responder por algo (en ‘Lava Jato’), estén seguros que asistiría. (...) Nadie puede escudarse en ningún privilegio, hay que darle tranquilidad, seguridad, que la población vuelva a confiar en algunos de sus personeros políticos. Yo sí vendría”, manifestó.

Sobre este caso de corrupción desatado en varios países, el exmandatario subrayó que este es un “escándalo continental”, cuya dimensión es muy grande y que ha atacado a nuestro país.

Además, ante los constantes escándalos de corrupción, la desaceleración económica, los efectos causados por el pasado Fenómeno El Niño y los altos índices de inseguridad, el expresidente dijo sentirse muy preocupado por lo que ocurre en nuestro país. Respecto a este último punto, volvió a recomendar que sean las Fuerzas Armadas las que “se involucren” en la defensa de la seguridad nacional.

CITACIÓN

“Vengo como un ciudadano, no tengo ningún privilegio, nunca lo he tenido, no quiero ningún honor y vengo a demostrar que si otros se han corrompido, yo no. He venido como corresponde a dar una explicación y a responder por mis actos”, dijo antes de ingresar a la comisión.

Acto seguido, confesó que los ciudadanos están en todo su derecho de indignarse a raíz del “vendaval” de corrupción que involucra a muchos políticos de nuestro país.

“Vengo a decirles de manera documentada y probadamente, que no tengo nada que reprocharme y que después de un año de delación y transferencia de cuentas, nada me involucra. Hay una dignidad política que no se vende, que tiene principios”, precisó.

EN COMISIÓN

En su exposición referente a la, indicó que fue para su gobierno una gran responsabilidad. “Ese proyecto inició en octubre de 1986. Fue detenido durante largos años sin razón alguna y dejamos concluidos 11 km de vía y habilitados cinco trenes de varios vagones cada uno”, dijo.

Agregó que durante los gobiernos de Valentín Paniagua y  se presentaron varios proyectos para llevar a cabo esta obra tan importante. En el primero de los casos, se transfirió al municipio de Lima esta obra en el 2001, mientras que en el segundo, se expidieron varios decretos de ley para declarar la necesidad pública de la extensión de la obra.

“Es allí cuando asumiendo con voluntad de terminar una obra comenzada en el primer gobierno, se comenzó a impulsar a través del municipio de Lima la ejecución de la obra. Veía con preocupación el fin del gobierno sin culminar la obra”, afirmó.

“Es a partir del 2015 cuando estalla este escándalo, pero antes en el 2004, 2006, 2008 era una compañía que parecía normal en su trabajo y no había esta repugnancia para cualquier cosa que se hubiera hecho”, dijo.

Sobre el caso del Gasoducto del Sur del país, manifestó que esta obra se firmó en octubre de 2008, a cargo de la empresa Kuntur Wasi, que iba a construir 1085 km de tuberías. La inversión para este proyecto -dijo- era de empresas privadas y no del Estado, pero que el problema llegó a finales de ese año. “A finales de 2008 estalló la crisis bursátil, que hizo que los países retrocedieran en su crecimiento. Ante ello, esta empresa vendió el 51% de sus acciones a Odebrecht”, indicó.

Por esta situación precisó que se dejó sin efecto esta obra, la cual volvió a tomarse en cuenta el 30 de junio de 2014. “Nos sorprendió una nueva concesión de Odebrecht. En este nuevo concurso y concesión participaba el Estado, que se comprometió en esta obra pública”, aseguró.

El exjefe de Estado añadió que hizo sentir su protesta a través de las redes sociales, especialmente en Twitter, con lo cual dejaba en claro que él no tenía ningún tipo de interés en salir beneficiado con este tema.

INTEROCEÁNICA

En otro momento, respecto a la Carretera Interoceánica señaló que dicha obra le corresponde al gobierno de Alejandro Toledo, en sus tramos 2, 3 y 4 adjudicados a la firma brasileña. A su juicio, todo empezó “a marcha forzada y sin ningún tipo de expedientes técnicos. “Se firmó por 800 millones de dólares, lo importante era firmar ahora y ya sabemos por qué querían firmar así”, anotó.

En otro momento, el líder aprista rechazó cualquier aporte financiero a su campaña electoral 2016 por parte de la firma Odebrecht.

El congresista Jorge Castro preguntó por qué el viceministro Jorge Cuba, que no es un experto en asuntos de transporte, participó activamente en el proceso de concesión del tren. García desvió la pregunta hacia Enrique Cornejo, su entonces ministro de Transportes y Comunicaciones.

“Esa es una decisión del ministro de Transportes y Comunicaciones y, por tanto, yo confío en él. Básicamente, me encargo de la labor de los ministros, y ellos son los que distribuyen la carga de trabajo”, dijo.

Agregó que no solo fue el representante de Odebrecht quien acudió a Palacio por este tema, sino también otras empresas privadas quienes también tenían intereses de participar en esta construcción.

Enfatizó que las únicas veces que viajó a Brasil fue para tener “reuniones protocolares”, donde también asistieron cientos de empresarios brasileños. “No recuerdo que el señor Odebrecht estuviera allí. Sí recuerdo que el presidente Lula, cuando vino aquí, lo trajo en su avión a Marcelo Odebrecht, pero habían otros grandes empresarios”, sostuvo.

Por ello, dijo haberse reunido solo dos veces con el exempresario brasileño, donde este le comentaba sobre los trabajos que realizada su empresa en el Brasil. Además, recordó que Marcelo Odebrecht era una persona poderosa, por lo que también los presidentes de los otros países lo recibían por ser un hombre de negocios en el rubro de la construcción.

Por otro lado, Alan García también rechazó enfáticamente tener algún tipo de vínculo con el exviceministro de Transportes, Jorge Cuba. “Rechazo tener algún tipo de relación con esa persona y sobre su felonía. Considero fuera de lugar referirme a un reo. Me parece impertinente invocar a una persona que ha delinquido”, manifestó.

Finalmente, sobre el tema de las siglas “AG” señaló que esto podría ser Andrade Gutiérrez. Para ello, remarcó algunas obras realizadas en países como Brasil y Ecuador, donde aparecían las siglas mencionadas. Respecto a esta situación, el exgobernante dijo que pese a todo no se siente víctima de una persecución política y que su único error fue haber llegado a ser presidente. “Tuve el pecado en 1985 de ganarle a la derecha peruana y a nuestros adversarios de izquierda. Ejercimos un gobierno con sus errores, pero la única manera de acabar con un líder era denunciándolo, como me ocurrió a mí”, finalizó.