Durante su intervención ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, el ex presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, lanzó una grave acusación contra el actual premier Gustavo Adrianzén, a quien señaló de actuar como “vocero del crimen organizado” por dar eco a las declaraciones del empresario Zamir Villaverde en espacios oficiales.
“Un presidente del Consejo de Ministros que actúa como vocero del crimen organizado no puede seguir ocupando ese cargo”, declaró Otárola, exhortando al Congreso a impulsar una moción de censura inmediata. El exfuncionario aseguró que Adrianzén no garantiza condiciones de estabilidad ni transparencia electoral para el país.
Además, Otárola denunció ser víctima de reglaje y hostigamiento desde su salida del cargo en enero. Afirmó que su vida personal y profesional están siendo vigiladas, y responsabilizó directamente a altas esferas del Estado, incluyendo a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) y la Policía Nacional del Perú (PNP).
Como prueba, mencionó que un almuerzo privado en Surquillo fue fotografiado y filtrado a medios, lo que demostraría un plan sistemático de persecución política en su contra. “Policías honestos y agentes de inteligencia me han confirmado que existe una disposición para recolectar información sobre mí y mi familia”, afirmó.
Otárola también vinculó este seguimiento con la denuncia presentada por Villaverde que lo acusa de pertenecer a una organización criminal, hecho que —según indicó— ha derivado en once procesos penales ya archivados por carecer de sustento. Los cargos iban desde peculado hasta secuestro y tráfico de influencias.
Finalmente, el ex premier aseguró que existe un “contubernio entre el Gobierno y los denunciantes” y que detrás de cada nueva acusación hay una narrativa política desde el Ejecutivo destinada a desacreditarlo. Ratificó que seguirá defendiendo su inocencia y que no permitirá la consolidación de un “Estado persecutor”.