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Ana Jara dirige el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a pulso -"No soy quien espera un reporte de parte de un funcionario, yo tengo que estar ahí", confiesa- y también es una vocera eficaz del Gobierno.

En "Desayunos de Actualidad", explicó las iniciativas para luchar contra la violencia de género, pero también se pronuncia sobre la unión civil y el caso del obispo Gabino Miranda, revelando que la Cancillería peruana ha solicitado al Vaticano información sobre este caso.

Respondió además sobre la confianza económica y valoró la dimensión política de la primera dama Nadine Heredia.

CORREO: Según las estadísticas hay muchísimas mujeres maltratadas y feminicidios. ¿Qué tipo de campaña de concientización realiza su sector?

ANA JARA: Erradicación de la violencia de género, pero no es de exclusividad de nosotros. Necesitamos el concurso de los ministerios de Justicia, Educación y varios sectores del Estado. Entramos con campañas preventivas en los colegios. Tiene que introducirse de manera más agresiva en los colegios, sobre todo en el interior del país, y estamos celebrando convenios con los gobiernos regionales porque ellos están a cargo de las currículas educativas. Buscamos a la familia para fortalecerla. Con los agresores, con programas de control de ira.

C: Las mujeres a veces van a las comisarías y no les hacen caso.

AJ: Se han realizado cursos por internet a los operadores del derecho, como fiscales, y los policías y todos los que tienen contacto con la víctima. Buscamos un trato humano y oportuno. Si no hay esto somos cómplices de un delito mayor o un feminicidio. Vamos a pedir fortalecer las comisarías con presencia femenina. Por otro lado, estamos educando a las mujeres a que sepan reclamar por sus derechos. Una mujer que tiene una medida de protección, en la que un fiscal haya dicho que el agresor no se acerque, no tiene que pasar el infierno de verlo aparecer en sus centros de trabajo, a la salida de su hogar o en la casa de sus parientes. Ella puede llamar a una comisaría y la Policía está en la obligación de levantarse al agresor, disculpen la expresión. ¡No hay nada que discutir, debe irse preso, detenido! Y si la comisaría no hace caso a ese llamado, estamos solicitando que esto sea drásticamente sancionado como una falta dentro del reglamento de la Policía.

C: La semana pasada expresó a través del Twitter su preocupación y rechazo por el caso del obispo Gabino Miranda y fue una de las primeras voces dentro del Ejecutivo y con esa firmeza que se le conoce y esta iniciativa que tiene para afrontar algunos problemas que afectan a poblaciones vulnerables, la Iglesia está colaborando para identificar a las víctimas. ¿Por qué no aparecen las víctimas?

AJ: En este caso y en todos los casos de pedofilia el Ministerio de la Mujer siempre va a tener un mensaje claro y directo: inaceptable. Hacemos el seguimiento legal porque nos constituimos como parte de los procesos para poder ofrecer la defensa de la víctima y exigir una sanción máxima. No sé en qué estado está la investigación preliminar que ha abierto el Ministerio Público en Ayacucho, pero a decir de lo que han declarado los líderes de la Iglesia Católica la única esperanza que tenemos es de la información que nos remitan a nivel internacional y entiendo que la fiscalía está accionando ahí con Cancillería de Perú para pedir la información que nos remitan a nivel internacional, porque el Vaticano es un Estado. Este señor Gabino Miranda tiene que estar en el Perú para afrontar la acción de la justicia. La imputación es gravísima. Pedofilia es un delito altamente calificado y en entendemos que la pena en caso sea probada la acción penal no será menor de cuatro años de pena privativa de la libertad. No cabe duda la posibilidad inclusive de que el enfrente el proceso en mandato de comparecencia y él tendría que tener un mandato de detención y la pena puede ir hasta perpetua.

C; ¿Qué opinión tiene sobre el proyecto de unión civil para personas del mismo sexo?

AJ: No hemos sido notificados. Estamos esperando ver el proyecto para emitir una opinión, favorable o en contra. Jamás durante el Gobierno del presidente Humala esta cartera va a privilegiar cualquier consideración que esté por encima de las políticas públicas y somos enemigos absolutos de todo tipo de discriminación.

C ¿Se considerará o no ese 65% que se manifiesta en contra de este proyecto?

AJ: Todo tema que genera debate siempre arranca con un gran sector de la ciudadanía en contra, pero mientras este debate se pueda sincerar, disminuirá ese porcentaje renuente. Los índices de desaprobación no debe desalentar a ningún sector de la ciudadanía que promueve una iniciativa legislativa.

C: ¿Nadine está preparada para gobernar como dijo el Presidente en Nueva York?

AJ: Las palabras del Presidente han sido dadas desde el contexto de que han construido un proyecto político y él la ve como una lideresa de políticas públicas y su propia personalidad le ha permitido ganarse la aceptación de organismos internacionales, que la han instituido por ejemplo como embajadora de la FAO. Nadine es una figura internacional.

C: ¿Nadine sería quizá alcaldesa de Lima?

AJ: Ella está abocada a respaldar el trabajo de su esposo en temas de carácter social, no creo que se distraiga en campañas de este tipo, por lo menos en el plazo inmediato.

C: Sergio Tejada dijo que quizá no tenían candidato. ¿Cómo ve el futuro de su partido al 2016? ¿Quizá se anima usted?

AJ: No hemos conversado ni para las elecciones del 2014. No sabemos si vamos a participar como partido nacionalista o en alianza con algunas organizaciones, sobre todo de carácter regional o vecinal.

C; El Presidente estuvo en Perumin y Nueva York. Pero también hay estallidos sociales. ¿Hacia dónde apunta el Ejecutivo que usted forma parte y que también es usted vocera?

AJ: A fortalecer confianza. Entendemos que el desarrollo del país no se puede dar sino trabajamos de forma íntima, si me permiten en término, con los inversionistas. El Perú es visto como un país polo de inversiones apetitoso para otros países cuyo crecimiento no es tan sólido y tan continuo como el que hemos tenido. El Presidente quiere fortalecer esa imagen de país idóneo para las inversiones, pero también -porque somos un Gobierno para todos- que lo que viene ahora es fortalecer las inversiones y que se hace sobre el cimiento de la actividad privada, que el Estado no puede engrosar las planillas para dar trabajo a los peruanos. Los estallidos sociales van a seguir en la medida que avancemos en las reformas de Estado, pero jamás pasando por los derechos humanos o la libertad de expresión.

C: Mirando el campo social, observamos en las encuestas, que si bien no se gobierna mirando esas cifras pero son un termómetro, un campo importante no están satisfechos. A dos años ¿por qué no se logran satisfacer esas expectativas?

AJ: Siempre existe una luna de miel con los gobiernos. Esa luna de miel ya terminó. Hay un proceso de investigación abierto en el Congreso que lamentablemente incluye a exmandatarios y ellos son líderes de organizaciones políticas que también generan corrientes de opinión adversas al Gobierno. Las reformas de Estado que por un lado son respaldadas por un gran sector, como la Ley de Servicio Civil, pero por otro lado tenemos la oposición férrea de gremios -como la CGTP- que nos convulsionan un poco el interior del país. Pero si vamos a medir los niveles de aprobación de Humala creemos que 26% es bastante respetable para los niveles de aprobación que tenían en este mismo periodo los exmandatarios Toledo y García.

C: ¿Cómo ve usted el tema de la inseguridad ciudadana?

AJ: No podemos desconocer que el porcentaje de inseguridad ciudadana es muy alto en el país. Menos mal que se han sincerado las cifras de los asesinatos en el Perú, en esta última reunión de seguridad nacional vimos que la cifra no era tal alarmante como se creía aunque sí preocupante. Estamos apuntando ahora por fortalecer la parte preventiva. La parte logística corre por cuerda separada, hemos visto los equipos para combatir la inseguridad, la parte preventiva en el caso del Ministerio de la Mujer presentaremos un plan articulado de todos los servicios del Estado para entrar al cerro El Pino, y evitar que se dediquen a la drogadicción y el pandillaje, incorporarse a una vida productiva y prepararlos para las oportunidades que el Gobierno quiere crear para ellos. Es una deuda con el país, pero ya estamos trabajando.

C ¿No sería ideal un centro de recepción de denuncias con una entidad comprometida con las mujeres?

AJ: Existen los Centros de Emergencia Mujer (CEM) y la Línea 100. Esta línea funciona las 24 horas al día y 7 días a la semana. Este servicio está compuesto por sicólogos, que a su vez hacen accionar toda la maquinaria de la Policía, de la Fiscalía. Además tenemos una apuesta de asistencia a las mujeres víctimas de violencia: además del trabajo de campo, a través de 4000 voluntarios para educar a la familia e ir de casa en casa, los abogados y sicólogos, decimos ¿luego qué? Hay un círculo vicioso: la víctima regresa a casa y vuelve a depender del agresor. Entonces ahí el BID nos ha dado la mano en un proyecto de más de $1 millón para crear en los CEM un nuevo servicio que es la capacitación de las mujeres en negocios rentables. La conectamos a una entidad financiera o bancaria, entonces la acreditación incluye que ella sea vista como una microempresaria y pueda emprender su negocio. Hemos empezado en Lima con el CEM de Villa El Salvador, porque era el distrito con mayor número de feminicidios, y el otro caso es Madre de Dios.