Anel Townsend y sus contradicciones revocadoras
Anel Townsend y sus contradicciones revocadoras

Hoy por hoy Anel Townsend es la encargada de la teatralizada campaña por el "No" a la revocatoria de Susana Villarán, proceso sobre el que afirma "no tiene sustento racional", como tratando de convencerse de la lid que encabeza cuando fue precisamente ella quien, a su paso por el Congreso, lideró y promovió el que un mandato sea revocado.

Efectivamente, Townsend, que ahora es respaldada por las fuerzas deportivas y del espectáculo en el propósito de que Villarán permanezca en el cargo, presentó en marzo del 2006 un proyecto de ley que apuntaba a modificar los artículos 90 y 134 de la Constitución, referente a regular la revocatoria de los congresistas.

POR INEPTITUD. En la iniciativa, Townsend indicaba que cada congresista podía ser revocado al constatarse actos de corrupción, incumplimiento injustificado de su plan de trabajo, notoria ineptitud en el desempeño del cargo, abuso de poder u otros casos regulados en una ley orgánica. No obstante, consultada la semana pasada en un programa nocturno sobre la posición de los revocadores de la alcaldesa al poner como una causal el de su supuesta ineptitud, ella respondió esta vez que la revocatoria "es un recurso constitucional y legal que tiene que utilizarse en grados extremos". Es decir, una Townsend con HD y otra sin HD.

Ahora señala que los promotores de la revocatoria contra la burgomaestre capitalina quieren impedir la salvación de Lima, cuando en los considerandos normativos del proyecto de ley de su autoría de aquella época, Townsend aclaraba que: "Los ciudadanos tienen, conforme a la ley, los derechos de elección, de remoción o revocatoria de autoridades, de iniciativa legislativa y de referéndum".

Entonces, indicando que las constituciones de Ecuador, Panamá y Venezuela presentan diversas variables que permiten al ciudadano sancionar al representante "que no cumple con las expectativas del representado", Townsend afirmaba que la revocatoria permite asegurar "un control más efectivo" de la gestión del funcionario.

OTRA CONTRADICCIÓN. En los programas televisivos en los que Anel Townsend expone una cerrada defensa de Susana Villarán, el argumento es el mismo: "En la revocatoria están comprometidos S/.200 millones", dice, pese a que la ONPE informó que el monto asciende a S/.69 millones. Pero eso no es todo. En el citado proyecto de ley que suscribió junto a la solidaria Fabiola Morales, la excongresista señala que los gastos de aplicación de la norma "no significan mucho frente al beneficio que obtendrán los ciudadanos peruanos, debido a que ellos podrán ejercer el derecho de revocatoria" para remover a las autoridades.

"Toda persona tiene derecho a participar, en forma individual o asociada, en la vida política, económica, social y cultural de la Nación. Los ciudadanos tienen, conforme a ley, los derechos de elección, de remoción o revocación de autoridades, de iniciativa legislativa y de referéndum", agrega la norma.

LLUVIA DE TUITS. Entre tanto, ayer, en apenas 4 horas, el argentino-brasileño conocido como Luis Favre publicó 22 tuits referentes al proceso de consulta y sobre las encuestas que afirman que el apoyo a la revocatoria viene disminuyendo.

Aunque Villarán no niega una relación entre su campaña en contra de la revocatoria y el exasesor presidencial, llama la atención que Favre apunte repentinamente sus publicaciones a favor de la alcaldesa, coincidentemente, con el inicio de la campaña que lidera Anel Townsend.

"Susana Villarán fue elegida alcaldesa de Lima con 38.49% de los votos válidos. Hoy 42% de limeñas y limeños son contrarios a su revocatoria", escribió el polémico asesor desde su cuenta de Twitter.

DOBLE MORAL. El secretario general del APRA, Jorge del Castillo, se preguntó: "¿Por qué Townsend negó la participación de Favre?", cuando -consideró- evidentemente el controversial asesor muestra un interés profesional y, por lo tanto, económico en este tema.

"Este caso es 'Anel contra Anel', en el que el mecanismo democrático de la revocatoria es bueno cuando no les toca a ellos, pero es malo cuando afecta a sus intereses", enfatizó al criticar que la exparlamentaria no se haya pronunciado sobre la revocatoria de 69 alcaldes distritales en octubre "y ahora que tocan sus intereses y no están en una posición favorable sí hablan. "No tiene una actitud clara" añadió.