Con frases altisonantes como “Si quieren hacerme presidenciable, ya saben adónde mandarme” y “A la cárcel no le tengo miedo, Nelson Mandela estuvo 30 años en prisión”, la expremier Betssy Chávez se mostraba desafiante ante la posibilidad de terminar tras las rejas por el golpe de Estado de diciembre de 2022.
Hoy, sin embargo, desde el penal Anexo Mujeres de Chorrillos, donde cumple prisión preventiva mientras afronta un proceso que podría costarle hasta 25 años de su libertad, su discurso ha cambiado de manera radical.
La exjefa del Gabinete de Pedro Castillo denuncia hostigamientos, amenazas y restricciones dentro del penal.
Ha acatado y suspendido huelgas de hambre, se ha negado a recibir atención médica en determinados momentos y reclama de manera constante por el régimen carcelario que afronta.
En total, Chávez se quejó ocho veces en los dos últimos meses (ver infografía).
A la par, internas del establecimiento aseguran que la exfuncionaria mantiene conductas indebidas con otra reclusa que sería su pareja, pese a que públicamente se declara en protesta y asegura no ingerir alimentos.
En contraste, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) informó que Chávez Chino sí recibe atención médica y que incluso cuenta con beneficios adicionales en su celda, como televisor y un calentador de agua, lo que contradice parte de sus quejas públicas.

RECLAMOS
La primera vez que la expremier Betssy Chávez se quejó de su situación fue el 8 de julio, durante una sesión del juicio por el golpe.
En la audiencia denunció haber recibido tratos humillantes en el establecimiento penitenciario en esa semana.
“El día de hoy se me ha hecho la revisión de la maleta de documentos que traigo todas las sesiones de manera pública dentro del pabellón y ese hecho nunca se había registrado”, reclamó.
Además, dijo que el personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) no la llevó a una clínica para el diagnóstico y tratamiento de la gastritis aguda progresiva que señaló padecer.
Dos días después, aseguró ser víctima de actos de corrupción, chantaje sexual y cobro de cupos
“Es vergonzoso vivir diariamente los sobornos, el pago por celdas, a través de dádivas. Debo señalar directamente a la directora Nelly Aquino que ha convertido el penal en su patio trasero”, dijo en la sesión.
El 22 de julio, Chávez se quejó nuevamente durante el juicio por el golpe de Estado.

En su intervención, la exjefa de Gabinete Ministerial denunció hostigamiento y acoso por parte de la directora del Penal Anexo Mujeres de Chorrillos, Nelly Aquino.
“Yo jamás he recibido una sola sanción por problemas de conducta en mi tiempo de reclusión, que son dos años. Asimismo, el día jueves último, hasta el día de ayer 21 de julio, se me han aperturado seis procedimientos administrativos por no asistir a diligencias judiciales, básicamente las de este juzgado desde el día martes 15 de julio, jueves 17 y viernes 18″, reclamó.
Una semana después, reiteró su pedido - mediante un mensaje de su abogado- para que la directora del penal sea investigada.
El panorama no cambió cuando Chávez se presentó en la sesión del 21 de agosto.
“Hace más de un mes que vengo denunciando amenazas en el establecimiento penitenciario y mis agresoras ni siquiera han sido reubicadas a otro lugar. Para mí la situación es muy compleja porque cuando se pone en riesgo mi vida, yo la verdad no sé como acudir”, sostuvo.
En tanto, el 28 de agosto pidió recibir atención médica externa porque no confía en el personal del INPE.

HUELGA
La primera vez que Betssy Chávez anunció una huelga de hambre fue el 15 de julio a través de su abogado Raúl Noblecilla.
Con un oficio, dio cuenta de que tomó tal decisión “por recibir tratos hostiles y amenazas de internas del penal contra su vida”.
Dos semanas después, su defensa legal se encargó de informar que su patrocinada levantó su huelga de hambre tras un pedido insistente de sus familiares y personas cercanas preocupadas por el deterioro de su salud.
El 19 de agosto envió una nueva carta para anunciar que retomó su huelga de hambre, pero esta vez, una huelga de hambre seca, es decir, sin consumo de alimentos ni agua.
Esta vez pidió despedirse de sus padres y que sus restos, eventualmente, sean entregados a su abogado. Sin embargo, suspendió su huelga por 48 horas tras recibir la visita de congresistas.
El 22 de agosto, Chávez decidió retomar su huelga de hambre seca.
Precisamente, su decisión generó que ayer fuera trasladada de emergencia al Hospital María Auxiliadora.
“Hacemos responsable a la dictadura de Dina Boluarte y a todos los traidores y enemigos del pueblo por lo que le pasa y pueda pasarle”, señaló su abogado en X.
Al respecto, el INPE publicó un comunicado en el que precisó que la expremier fue trasladada al hospital como medida de prevención, para recibir un monitoreo constante y que se descarte cualquier posible complicación de su salud.

DESENMASCARADA
Luego de los reclamos que hizo Chávez, una delegación de la CNDDHH, una red de 74 organizaciones que defienden y promueven los derechos humanos en el Perú, visitó el penal donde se encuentra internada la expremier.
Tras la visita, la coordinadora constató que un médico legista evalúa de manera diaria a la expremier.
Sobre sus condiciones de reclusión, verificaron que ocupa un ambiente en el pabellón 1, segundo piso, en una zona denominada “cabinas” que comparte con otra interna “y que cuenta con mejores condiciones que las celdas comunes, incluyendo un televisor y un calentador de agua”.
Además, precisaron que el pabellón tiene acceso a un patio común, hay teléfonos públicos y una biblioteca pequeña.
La CNDDHH señaló que Chávez reiteró su decisión de continuar con la huelga de hambre como protesta hasta que se disponga su traslado al penal Virgen de Fátima junto con otras dos internas.
Precisamente, hace unos días, Contracorriente reveló que las internas del penal denunciaron conductas indecorosas de parte de Chávez y una interna de nombre Yahaira Santiago, quien seria su pareja.
Por ese motivo, Santiago fue cambiada de celda.
En tanto, el el 2 de julio, la congresista Esmeralda Limachi pidió que Santiago retorne a su ubicación anterior, “debido a que es amiga de la interna Betsy Chávez”.
Por otro lado, el INPE desmintió la versión de la expremier sobre presuntas amenazas.
De acuerdo con la investigación de la Oficina de Asuntos Internos del INPE, se concluyó que “no existe elemento de prueba que en ese penal se estaría realizando actos de connotación ilícita vinculado a los delitos de cohecho, cohecho pasivo y organización criminal”.
Tampoco existen elementos que corroboren o evidencien que Chávez recibió amenazas o que se haya puesto en riesgo su integridad personal.