Cancillería destituye a embajador Fortunato Quesada del servicio diplomático

Proceso terminado. Fortunato Ricardo Quesada Seminario, quien fue embajador de Perú en Israel y que estuvo acusado de maltratados por los trabajadores de la delegación diplomática, ha sido finalmente destituido por conducta indecorosa, así lo informaron fuentes de la Cancillería a Correo.

Quesada Seminario fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario del Perú en Israel en 5 de octubre de 2017. Él fue ascendido por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski cuando se desempeñaba como jefe de Protocolo en Palacio de Gobierno. Su nombramiento entonces estuvo envuelto de suspicacias, sin embargo, el cargo que desempeñaba terminaría, cuando sus trabajadores decidieron grabar en audio, su actitud prepotente y abusiva.

Fuentes de la Cancillería, sostienen que la sanción fue impuesta como resultado del proceso disciplinario que, “lo halló responsable de conducta indecorosa por de abuso de autoridad y hostigamiento laboral, que dañó gravemente la imagen del servicio diplomático”.

Es así, que refiere que la sanción responde a la política de cero tolerancia frente al abusos de autoridad y actos de hostigamiento y acoso. 

Caso:

Fue el cocinero de la residencia peruana en Tel Aviv, Jesús Alvarado, quien registró los abusos a través de audios. Además, también dieron a conocer el testimonio de Romina Teves, quien viajó como trabajadora del hogar de la residencia.

“Tú tienes que aprender a ir sola y si te meten la mano al culo...disfruta ¡No seas cojuda! A los 40 años una mujer funciona como una máquina. Así que no me vengas con que tiene sueño”, se escucha en el audio del entonces embajador Fortunato Quesada.

El diplomático negó todos los cargos y señaló que todo lo mencionado fueron “expresiones coloquiales”. 

Tras la revelación del programa periodístico, el 28 de junio, el Poder Ejecutivo mediante el Ministerio de Relaciones Exteriores, anunció el término de sus funciones como embajador de Perú en Israel. El canciller Néstor Popolizio, dispuso su retorno al país y se inició una un proceso interno disciplinario, que también pasó por una apelación y finalmente se resolvió su expulsión del servicio diplomático de la República.