Entre gallos y medianoche, casi literalmente, el presidente Pedro Castillo anunció la recomposición del Gabinete Ministerial, tras aceptar la renuncia de Aníbal Torres, quien dimitió al cargo de premier horas después de que la Mesa Directiva del Congreso rechazara “de plano” la cuestión de confianza que presentó el saliente titular de la PCM para exigir que se derogue una ley que regula el referéndum.
En un mensaje a la nación, el mandatario dijo que el Gobierno buscó restituir el derecho de los ciudadanos a la participación política directa mediante la iniciativa por la que invocó la confianza, pero que primó el rechazo por parte del Parlamento.
“Luego de este rehusamiento expreso de la confianza, con la expresión de rechazo de plano y habiendo aceptado la renuncia del premier, a quien le agradezco su preocupación y el trabajo por el país, renovaré al Gabinete”, anunció.
Pasada la medianoche, en diálogo con RPP, el ministro de Trabajo, Alejandro Salas, sostuvo que el mandatario fue claro en su pronunciamiento en decir que el Congreso denegó la confianza al saliente premier; es decir, para el Ejecutivo el Parlamento quemó una “bala de plata” que en ese marco lo expone a una inconstitucional disolución.
“Rechazar de plano es rehusar (...). La interpretación del mensaje a la Nación es esa, que se ha negado la confianza al Poder Ejecutivo y es por eso que el Gabinete está en crisis, se va a renovar el Gabinete. Sobre la base de eso habrá un nuevo premier o una nueva premier”, dijo.
La interpretación de Salas y del Gobierno, sin embargo, sería errada, puesto que el Tribunal Constitucional (TC) sentenció en febrero pasado que la denegatoria de la confianza no podía ser tácita o “fáctica” -como arguyó en su momento el gobierno del vacado expresidente Martín Vizcarra-, sino mediante votación en el Pleno del Parlamento luego del debate respectivo.
El anuncio del jefe de Estado se produjo luego de una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros en Palacio de Gobierno, la que comenzó a las 9:00 de la noche.
ANTESALA. Horas antes, el Congreso reanudó el pleno que se suspendió el jueves 17 de noviembre, sesión en la que Torres planteó cuestión de confianza para exigir la aprobación de la iniciativa legislativa N° 3570/2022-PE para que se derogue la Ley 31399, que -como se mencionó líneas antes- regula el uso del referéndum para reformas constitucionales.
Al tomar la palabra, el titular del Legislativo, José Williams, informó que la Mesa Directiva acordó rechazar por improcedente la cuestión de confianza que presentó Torres “por tratarse de materias prohibidas para el planteamiento” de dicho mecanismo conforme a la normativa vigente.
Precisó que el proyecto por el cual se invocó tal figura “interfiere directamente” con las “competencias exclusivas y excluyentes” del Congreso.
“Por ello, la Mesa Directiva ha acordado, por mayoría, rechazar de plano la cuestión de confianza planteada por el señor presidente del Consejo de Ministros a nombre del Consejo por tratarse de materias prohibidas para el planteamiento de una cuestión de confianza, tal como lo estableció el TC en el fundamento 185 de la sentencia recaída en el Expediente 006-2019-CC y la Ley 31355″, precisó Williams.
La segunda vicepresidenta del Congreso, Digna Calle, fue la única integrante de la Mesa Directiva que se opuso a tal decisión. Consideró que el tema debió pasar por la Comisión de Constitución y ser rechazada de en el pleno.
Williams también sostuvo que lo señalado por el premier -quien adelantó que si la cuestión de confianza no es aceptada, el Ejecutivo entenderá que el mecanismo ha sido rehusado- no es más que “un claro intento de arrogarse” la faculta del Parlamento de aprobar o no la citada figura y de interpretar el sentido de la decisión en contra.