Reuniones fueron para evaluar con qué proyectos podría favorecerse a investigada.
Reuniones fueron para evaluar con qué proyectos podría favorecerse a investigada.

El congresista liberteño Enrique Alva habría participado de reuniones secretas con la empresaria , detenida tras confesar que pagó coimas en el gobierno del presidente Pedro Castillo. Los encuentros son mencionados en la carpeta discal 266-2022, que es parte de la investigación fiscal al exmandatario por los delitos de lavado de activos y cohecho.

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El caso

Según las revelaciones hechas por el programa dominical Cuarto Poder, el parlamentario de Acción Popular sería una pieza clave en esta presunta trama de corrupción, pues era del entorno del exesposo de Sada Goray, Luis Mesones, quien se encuentra prófugo de la justicia. Ambos se conocen de años. Incluso, cuando Mesones postuló al decanato del Colegio de Ingenieros de La Libertad, el 2015, Alva apoyó su candidatura.

De acuerdo al informe, un testigo protegido contó que la primera reunión secreta se realizó a fines de septiembre de 2021 en un edificio de San Isidro, a donde llegó Goray junto a la también investigada Pilar Tijero, prima del periodista Mauricio Fernandini.

Según el testimonio, el congresista Alva presentó a Darwin Espinoza con Sada Goray en la oficina de San Isidro. Sin embargo, Espinoza negó esta afirmación y dijo no haber tenido acercamientos con la empresaria.

La hipótesis fiscal indica que las reuniones habrían tenido como objetivo ver qué proyectos podrían concretarse en el sector vivienda a favor de Goray y de su empresa Marka Group, ya que, en ese tiempo, Espinoza era presidente de la Comisión de Vivienda del Congreso.

Un segundo encuentro secreto entre Goray y los congresistas se habría registrado en octubre de 2021 en la casa de la empresaria en Surco. Según el testigo protegido, en dicha cita, Espinoza afirmó que el grupo de congresistas llamado “Los Niños” habían pedido tomar el control del Ministerio de la Producción, por lo que pronto podían colocar a los funcionarios que quisieran en puestos claves.

El testimonio narra que luego de esa conversación, Sada Goray coordinó directamente con Darwin Espinoza, con quien se comunicaba a través de un teléfono que la empresaria le entregó.

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