El pleno del Congreso aprobó delegar facultades legislativas a la Comisión Permanente desde el día siguiente del fin de la primera legislatura ordinaria -que culmina el 15 de diciembre- hasta el 27 de febrero de 2026.

La medida obtuvo 83 votos a favor, 14 en contra y ninguna abstención, permitiendo que dicho órgano continúe con la labor legislativa durante el receso parlamentario.

Con esta autorización, la Comisión Permanente podrá debatir y aprobar los dictámenes y proyectos de ley que quedaron en agenda del Pleno, así como atender iniciativas del Poder Ejecutivo enviadas con carácter de urgencia bajo el artículo 105 de la Constitución.

Además, podrá incorporar nuevos temas mediante acuerdo de la Junta de Portavoces, conforme a sus atribuciones.

No obstante, la resolución establece limitaciones constitucionales: quedan excluidas materias que no pueden ser delegadas, como reformas constitucionales, tratados internacionales, leyes orgánicas, la Ley de Presupuesto y la Ley de la Cuenta General de la República. Estas restricciones se sustentan en el artículo 101 de la Carta Magna, que delimita las facultades de la Comisión Permanente.

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