La exprimera dama Nadine Heredia no esperó a que la sentencia quede firme y solicitó asilo en la embajada de Brasil en Lima, donde fue acogida por razones humanitarias, según confirmó el gobierno brasileño. Su caso se suma a una lista de otras esposas de expresidentes que han dejado el país mientras sus cónyuges enfrentan a la justicia peruana.
Lilia Paredes, esposa de Pedro Castillo, obtuvo asilo en México el mismo día que su esposo intentó un golpe de Estado en diciembre de 2022. Mientras Castillo era detenido, ella y sus hijos eran recibidos por la embajada mexicana.
Por su parte, Nancy Lange, esposa de Pedro Pablo Kuczynski, se encuentra en Estados Unidos. Aunque no tiene una orden judicial en su contra, ha sido mencionada como testigo en las investigaciones por presuntas irregularidades cometidas por PPK durante su gobierno.
Finalmente, Eliane Karp, esposa del expresidente Alejandro Toledo, viajó a Israel en 2023 tras la condena de su esposo a más de 20 años de prisión por corrupción. Debido a su ciudadanía israelí, no puede ser extraditada, lo que la mantiene alejada del proceso judicial en Perú.
Así, una generación de primeras damas termina fuera del país, envuelta en la misma sombra judicial que persigue a sus esposos.
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