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El Gobierno peruano confirmó ayer que ha emitido una nueva nota de protesta contra Chile y ordenado el retiro del embajador peruano en ese país, Fernando Rojas Samanez.

Con ello, la crisis originada por el reciente caso de espionaje chileno al Perú alcanzó su punto más alto y configuró un clima de alta tensión.

La Cancillería informó que dio este paso debido a que no ha recibido respuesta de parte del Gobierno chileno por el caso de espionaje.

Según el texto, el Gobierno peruano informó que el último viernes el viceministro encargado y director general de América convocó al Encargado de Negocios de la República de Chile con el fin de hacerle entrega de una nota diplomática en la cual el Gobierno del Perú reitera su más firme rechazo y profunda preocupación por las acciones de espionaje de Chile en contra de la seguridad nacional.

Se agrega que estos actos “no se condicen con el espíritu de colaboración y buena vecindad que deben guiar las relaciones entre ambos países”.

“En tanto no se den las satisfacciones del caso, se procederá al retiro del embajador del Perú en Santiago de Chile”, precisa el comunicado oficial.

En el documento, el Gobierno peruano reitera que las acciones de espionaje que ha denunciado están “debidamente acreditadas”.

Además, informa que la nota enviada a Chile tiene información complementaria a la primera, la cual se derivó el pasado 20 de febrero.

El texto indica la necesidad de recibir “una respuesta pronta” que tenga los resultados de la investigación interna y la seguridad que dicho tipo de acciones no se volverán a repetir.

NO SE OYE, PADRE. Desde Chile, no obstante, voceros del Gobierno mantuvieron su postura. El canciller sureño Heraldo Muñoz confirmó que su país recibió una nueva nota diplomática de Perú sobre el espionaje denunciado por el Perú.

Sin embargo, no informó cuándo responderán a la misiva. “La vamos a responder como corresponde, por los canales diplomáticos; no vamos a comentar el contenido de esas notas porque son de carácter reservado”, divulgó en Radio Bío-Bío.

El funcionario extranjero evitó opinar sobre el retiro del embajador peruano de Santiago.

“Es una materia que le corresponde exclusivamente al Perú, de modo que no vamos a comentar decisiones de otros países como tampoco aceptamos que comenten otros las decisiones soberanas de nuestro país”, dijo.

De igual modo, la presidenta Michelle Bachelet se pronunció sobre el tema y anunció que el embajador de su país en Lima, Roberto Ibarra, permanecerá en Santiago mientras trabajan en la respuesta diplomática que emitirán a la Cancillería de Perú.

“El embajador va a permanecer por unos días más trabajando junto al Ministerio de Relaciones Exteriores para contestar esta nueva nota”, aseveró.

Según la jefa de Estado, Ibarra se encontraba de vacaciones en la capital chilena cuando fue convocado para revisar la respuesta a la reciente nota de protesta enviada por el Perú.

“Hemos recibido una nueva nota que se seguirá trabajando por los canales diplomáticos”, precisó Bachelet.

Ante el retiro del embajador Rojas, la presidenta manifestó que cada gobierno “toma las decisiones que le compete”. “No haremos comentarios al respecto”, añadió.

análisis. Entre tanto, desde Lima, el excanciller Rafael Roncagliolo señaló que el embajador peruano en Chile, Fernando Rojas Samanez, no puede volver hasta que Perú reciba una respuesta “satisfactoria” por parte del gobierno mapocho.

“Sería una contradicción que el embajador Rojas regrese al Perú bajo estas condiciones. Espero que Chile pueda dar un paso adelante en la respuesta a la carta diplomática”, explicó.

Asimismo, resaltó que el Gobierno de Chile, como en ocasiones anteriores, no haya expresado un “total rechazo” ante la solicitud peruana.

Recordó que el 2009, cuando se descubrió el espionaje realizado por el suboficial FAP Víctor Ariza, el entonces candidato a la presidencia Ollanta Humala calificó el hecho con “palabras fuertes”, pero, pese a ello, él jamás pensó en cortar las relaciones con Chile.

De otro lado, explicó que el hecho de que tres suboficiales peruanos se encuentren bajo investigación sumaria por el Fuero Militar, no solo es responsabilidad de ellos, sino que responde a una “acción agresiva” por parte del Gobierno chileno, la cual es “condenable”.

Exhortó, asimismo, a canalizar las respuestas de ambos países por medio de la vía diplomática para preservar las relaciones internacionales.