La presidenta del Perú alcanza el nivel más bajo de respaldo ciudadano en cuatro décadas, con una desaprobación que supera el 90 % a nivel nacional. (Foto: Presidencia)
La presidenta del Perú alcanza el nivel más bajo de respaldo ciudadano en cuatro décadas, con una desaprobación que supera el 90 % a nivel nacional. (Foto: Presidencia)

La aprobación ciudadana a la presidenta Dina Boluarte se mantiene en mínimos históricos. Según la más reciente encuesta nacional de Datum Internacional para El Comercio, la mandataria registra apenas un 3 % de respaldo, lo que representa el nivel más bajo para un jefe de Estado en los últimos cuarenta años.

El sondeo revela que la desaprobación a Boluarte se mantiene por encima del 90 % de forma ininterrumpida durante el último año. El panorama es aún más crítico en el norte del país, donde su aprobación cae al 2 % y el rechazo alcanza un 96 %. En el nivel socioeconómico E, la aprobación se reduce a un exiguo 1 %.

Desde que asumió el cargo, la presidenta ha enfrentado una caída sostenida en su imagen, sin lograr consolidar una base de apoyo ni revertir la percepción negativa en la ciudadanía. Pese a algunos leves repuntes temporales, su gestión continúa siendo cuestionada por la mayoría de peruanos.

El estudio también revela cifras preocupantes para el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, quien registra una desaprobación del 78 %. Se trata del mayor rechazo a un primer ministro al inicio de su gestión en los últimos 15 años, según el histórico de la encuestadora.

Desaprobación generalizada

La encuesta evidencia que el rechazo a Boluarte es transversal, sin mayores diferencias entre regiones o niveles socioeconómicos. A más de dos años y medio de asumir la presidencia, la mandataria no ha logrado recuperar legitimidad ni confianza.

En total, acumula doce meses consecutivos con desaprobación superior al 90 %, reflejando un descontento constante hacia su administración.

Impacto en el gabinete

El nivel de desaprobación que enfrenta Eduardo Arana —quien recientemente asumió la jefatura del Gabinete Ministerial— complica aún más la situación del Ejecutivo. La falta de respaldo ciudadano debilita no solo la figura presidencial, sino también a su equipo de gobierno.

Analistas advierten que estas cifras reflejan una crisis de representación y legitimidad, que puede afectar la capacidad del Ejecutivo para gobernar y tomar decisiones efectivas en un contexto de creciente desconfianza institucional.