Durante su visita de ayer a su natal Chalhuanca, región Apurímac, la presidenta Dina Boluarte nuevamente habló de logros del Gobierno en materia económica y de los beneficios de las exportaciones. Además cuestionó al “estatismo destructivo” y a ideologías trasnochadas.
También afirmó que el Perú “ha derrotado” a la inflación y la recesión, y ha recuperado su economía.
Ejemplo. “Desde el extranjero nos ven como ejemplo de gestión frente al fracaso de otros países que han seguido el camino equivocado de la violencia, de la división, de una ideología trasnochada y el estatismo destructivo que elimina la libertad, la democracia y aplasta la iniciativa privada”, manifestó ayer.
Destacó que nuestro país ocupa los primeros lugares en la exportación de productos agrícolas como arándanos, uvas, palta, espárragos, cacao, café y otros.
“Derrotamos la inflación; el Perú es el que menor inflación tiene en América. Derrotamos la recesión, recuperamos nuestra economía y caminamos firmes hacia su consolidación”, afirmó.
Contraste. Los dichos constituyen un cambio radical al discurso de cuando era candidata a la vicepresidencia de Pedro Castillo. Allí era defensora del cambio de la Constitución y de la “agenda transformadora del Estado”. Durante la campaña electoral que llevó al poder al golpista, en 2021, Boluarte fue una recalcitrante defensora del estatismo.
“Tenemos el compromiso de conducir al pueblo a la elaboración de una nueva Constitución y en esta tarea el sector privado debe convertirse en un aliado duradero en la agenda transformadora del Estado”, sostuvo en el debate de equipos técnicos de Perú Libre y Fuerza Popular el 23 de mayo de 2021.
“El coronavirus destapó esta catástrofe producida por el virus de una política antipatriótica que entregó a las transnacionales la vida y la riqueza de la patria. Catástrofe que ocultó la propaganda que endiosó el crecimiento económico asociado a la exportación minera”, anotó.
Análisis. Para Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), el crecimiento económico del país ha venido avanzando, más allá de las palabras de la presidenta, en “piloto automático”.
Dijo que, más que un cambio de opinión respecto a su posición inicial, las expresiones de la mandataria reflejan a un Ejecutivo “hipotecado a lo que se pueda hacer desde el Congreso”.
En ese sentido, señaló que Boluarte no es un buen ejemplo, ni siquiera un ejemplo, de lo que significa una economía de libre mercado.
“Yo no creo que hayan tenido esa convicción de un modelo de crecimiento basado en la inversión privada y el libre comercio. Se ha puesto de costado y, en el mejor de los casos, aprendió o se dio cuenta de que la otra alternativa era inviable”, expresó.