EXCLUSIVO / Alberto Fujimori: "Soy un rehén de la clase política tradicional"
EXCLUSIVO / Alberto Fujimori: "Soy un rehén de la clase política tradicional"

Dos semanas atrás iniciamos las conversaciones con un contacto fujimorista con el objetivo de propiciar las condiciones para una entrevista personal con el expresidente, algo que no pudo concretarse. Sin embargo, el último miércoles logramos que llegue a las manos de Alberto Fujimori nuestras interrogantes. Estamos enterados que gente de su entera confianza escuchó y recogió sus ideas en su cuarto de la Diroes (de la misma forma como lo hacen para mantener su cuenta de Twitter en actividad).

Posteriormente, el documento, ordenado y escrito fue llevado a la prisión de Ate para que el exmandatario le dé su revisión final y estampe su firma. Obviamente, este mecanismo no deja espacios para las repreguntas, y permite al entrevistado esquivar algunas interrogantes (como su salida a Brunei-Japón, por ejemplo), pero representa un testimonio que contiene un valor periodístico.

Correo: Ollanta Humala ha dicho que él "no tiene ni voluntad ni tiempo" para estar metiéndose en "tonterías", en alusión a supuestas acciones de hostigamiento en su contra. ¿Qué opinión le merece?

Alberto Fujimori: Ya se sabe que para el señor Humala los problemas y razones de salud son tonterías. No son en cambio tonterías, tomarle fotos al inodoro de mi habitación y filmarme con un celular en la clínica donde estuve. Para eso no falta voluntad. Pero parece que el Presidente no tuviera tiempo ni voluntad para nada. El país vive en permanente tensión por la inseguridad ciudadana, al extremo de que internos mandan a asesinar al director de un penal que impone orden. Esto, en medio de una ola delictiva y criminal que se ha desbordado hace ya bastante tiempo. ¿No tiene tiempo para resolver los grandes problemas del día a día de la gente? ¿O le falta voluntad? ¿O a lo mejor capacidad?

C: El presidente de la República ha señalado que nadie quiere tener a un familiar preso. Él, como usted conoce, tiene a un hermano en prisión. ¿Qué comentarios tiene respecto a la situación que enfrenta Antauro Humala?

AF: Es verdad, nadie quisiera tener un familiar preso. Pero no todos los casos son iguales. La prisión del señor Antauro Humala resulta muy penosa para sus padres y hermanos, no sé qué tanto para el presidente Humala. Él llegó a ser candidato y luego presidente de la República porque justamente su hermano Antauro cargó con toda la responsabilidad de los policías muertos del Andahuaylazo y lo eximió de culpas a él, a quien todos los peruanos escucharon coordinando esa sublevación con su hermano. Por eso se tiene la impresión de que toda la familia Humala quisiera ver libre a uno de los suyos, pero ese sentimiento no es compartido en Palacio por una razón muy sencilla. Antauro Humala le haría la vida y la gestión imposibles a la pareja presidencial.

C: ¿No le parece un contrasentido que su propia bancada parlamentaria apoye una censura por un viaje de Humala no autorizado por el Congreso, cuando usted partió a Brunei y luego renunció?

AF: El presidente Ollanta Humala no cumplió con el mandato constitucional al no solicitar permiso de un viaje por un destino adicional. Tampoco fue transparente en cuanto a la agenda que debía tratar que en realidad fueron los temas de trenes, acciones y satélite. Estas transgresiones no se pueden pasar por alto a nadie. Que la bancada fujimorista no se pronuncie censurando un viaje no autorizado del señor Humala por esa u otra razón no tiene sentido. Los congresistas tienen que cumplir con una obligación constitucional, y lo han hecho.

C: ¿Es consciente de que es muy probable de que nunca salga de prisión luego de negársele el indulto?

AF: Es una posibilidad. Si por alguna razón se perpetúa el humalismo este seguirá ensañándose para que mi situación no varíe. No importa mi estado de salud, mis adversarios quieren mantenerme aquí no porque crean que soy culpable, sino porque así se sienten de alguna manera seguros y satisfacen a quienes los avalan. Cuando haya verdadera justicia, creo que se darán condiciones para variar mi situación, estar libre y ver los resultados de mi obra.

C: ¿Qué pensó luego de afrontar el juicio por el caso Barrios Altos y La Cantuta, en el que concluyó que usted cometió homicidio calificado?

AF: No esperaba algo así. Mi abogado ni yo pensábamos en una sentencia tan absurda e injusta como la que se dio, porque simplemente no se había probada nada. Pensé en lo irónico que suele ser el destino. Yo lideré la lucha contra el terrorismo genocida que bañó en sangre el país, como los resultados que hoy disfruta el Perú, y terminé sentado en un tribunal para ser juzgado como asesino y violador de derechos humanos por quienes no tenían autoridad moral para acusarme y juzgarme, porque en la década de los 80s mostraron cobarde y cómplice ambivalencia frente al terrorismo, en los 90s se constituyeron en los abogados defensores de los terroristas y a partir del 2000 en los perseguidores implacables de quien presidió el régimen que derrotó a Sendero Luminoso y al MRTA. Hoy más que nunca estoy convencido de que soy un preso político y un rehén de la clase política tradicional.

C: Si bien un sector de la población recuerda que usted combatió al terrorismo, también está convencida de que cometió delitos de lesa humanidad.

AF: ¿No están vivos acaso el 99% de la cúpula terrorista? ¡Qué clase de genocida es Fujimori que no los eliminó? Si el Gobierno de Fujimori hubiera actuado como una dictadura sangrienta, como el reino del espanto del que hablan los que respiran por la herida y son esclavos del odio, no habrían 3000 acusados por terrorismo hoy en las calles. Estos 3000 que liberaron el señor Paniagua y el señor Toledo están vivos y coleando. Y a lo mejor planeando un futuro que espero no se parezca al pasado. Esos 3000 acusados por terrorismo están vivos, no muertos.

La campaña de demolición de Fujimori ha sido implacable, pero con un análisis objetivo se concluirá que esa campaña se basa en la patraña y la infamia. Hay que recordar que con mi gobierno hay un cambio radical en la relación de las FF.AA con respecto a la población, se acaban las desapariciones forzadas que eran cosa de todos los días en los 80s. El caso de Colina viene por inercia en la conducta de algunos elementos militares. ¿O acaso no existió el comando Rodrigo Franco? Pero a partir de 1990 no hay Cayaras, Los Cabitos, Chuschis, Accomarcas y muchísimos otros. Hoy vemos que pareciera retrocederse en ese sentido cuando se bombardea poblados. Se detienen en masa a campesinos a los que se llama "presuntos" terroristas. Y luego se les libera. ¿No estamos volviendo a los 80s? ¿Adónde vamos?

C: ¿Considera que en la investigación que la comisión Tejada realiza a Alan García se ha respetado el debido proceso y, dada su condición de expresidente, piensa que existen suficientes indicios para responsabilizarlo de algún ilícito cometido en el ejercicio de sus funciones?

AF: Considerando el dictamen del Poder Judicial, la comisión violó el debido proceso, no hay mucho que discutir sobre eso. Ahora se supone que se va a reencauzar la investigación debidamente. En mi opinión los miles de narcoindultos tienen que investigarse a profundidad. Obviamente el caso de los narcoindultos es un escándalo y el país está convencido de que aquí hay corrupción a varios niveles, que debe probarse en cada caso específico.

C: "Respetamos los comentarios de Alberto Fujimori, pero estamos bajo el liderazgo actual de Keiko", han dicho congresistas como Chacón y Gagó, quienes se mostraron contrarios al retorno del Pronaa. ¿Coincide con tales expresiones?

AF: Que no quede duda: el liderazgo de Fuerza Popular lo lleva Keiko Fujimori, pero mi opinión sobre Qali Warma sigue siendo la misma. Creo que debe regresarse al Pronaa auténtico, no al del 2000. A partir de entonces se desvirtuó, se corrompió y perdió eficiencia. En el Pronaa que existió durante mi gobierno no hubo una sola intoxicación. Lo del Taucamarca, en el Cusco, fue un envenenamiento producido de forma casual por una madre de familia, y que no tenía que ver con la metodología impecable de ese programa.

C: ¿Le da usted el beneficio de la duda a Toledo? ¿Es decir, hay elementos para pensar que de él no provienen los dineros con los que se compraron los inmuebles de su suegra y vengan más bien de los bolsillos de su amigo Maiman?

AF: En el caso de Toledo hay abundantes elementos sospechosos por investigar a partir de sus gravísimas contradicciones. En tiempos del propio Toledo un 10% de esas contradicciones, sospechas e indicios habrían bastado para acusar de malos manejos a cualquier funcionario público. Serían señal más que suficiente. Esperemos que el señor Humala no siga blindando a Toledo, es decir no siga con la práctica política de blindaos los unos a los otros.

Y se me ocurre que como el señor Toledo ha alardeado por años de que es campeón de la lucha anticorrupción, podría pedir un informe Kroll para él, en vez de esa graciosa disculpa por sus contradicciones. Y a propósito, ¿por qué no se hace público el informe Kroll sobre Alberto Fujimori? Sería bueno, ¿no?

C: ¿Ve usted a Kenji convertido en un líder de su bancada parlamentaria? ¿Piensa que tiene cualidades para llegar a conducir los destinos de la agrupación fujimorista?

AF: Él está haciendo su carrera política y evolucionando a pasos agigantados. Le doy a veces algunos consejos, pero él es muy independiente contra lo que algunos piensan. Creo que lo está haciendo bien porque no se ha propuesto ser un político canario, que hable bonito y dé discursos todos los días, sino un político con verdadera vocación de servicio y compromiso, que sintonice con el pueblo. Por eso está permanentemente en contacto con sectores populares y con la realidad nacional.

C: Más allá de la decisión de sus bases, le pido una opinión concreta y de carácter personal. ¿Quién es su candidato o su candidata del fujimorismo para el 2016? ¿Keiko o Kenji?

AF: Más allá de las bases mi candidata es Keiko, a quien veo también progresar aún más que cuando fue candidata presidencial. Para entonces se había preparado y capacitado para asumir cargos de responsabilidad. Ahora su capacidad de análisis se ha incrementado y se le ve políticamente más decidida, más creativa. Estoy satisfecho con ese perfil porque lo que nunca he aceptado es un político improvisado.