La presidenta de la República, Dina Boluarte, permanece en el ojo de la tormenta, aunque esta vez no por el “Caso Rolex”, sino por las acciones que habría realizado en un intento por protegerse, así como a su hermano Nicanor Boluarte.
De acuerdo con el testimonio de Carlos Morán, exministro del Interior, la mandataria pretendía trasladar un ultimátum a Harvey Colchado, quien era coronel al mando de la División de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía, grupo que apoyaba al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Efficop).
Además, el extitular del Interior refuta a Mateo Castañeda, abogado de la mandataria que aseguró que le hicieron una “emboscada”.
ENCUENTROS
El exministro Morán reveló que Mateo Castañeda, quien es su abogado en un proceso judicial y también defiende a la presidenta Dina Boluarte, le pidió que le presente al coronel Colchado, pues se conocen desde hace 25 años.
Es así que el 14 de marzo de este año, los tres se reunieron en un restaurante en Miraflores, aunque Morán se retira después de compartir un momento con ellos y los deja solos.
Tras la cita se enteraría de las intenciones del letrado.
“Posteriormente, el coronel Colchado me comunica que el doctor Castañeda quiere conocer la situación de la investigación de Nicanor Boluarte”, contó Morán.
En diálogo con Exitosa, el extitular del Interior descartó que la cita se haya dado como parte de una “emboscada”, tal como lo afirmó Castañeda durante la audiencia de control de identidad del último sábado, por la orden de detención de 10 días que pesa en su contra por el caso “Los Waykis en la sombra”.
Sin embargo, un nuevo personaje aparecería en escena muy pronto.
El 25 de marzo, Castañeda llamó a Morán para decirle que le presentaría a una persona por la tarde.
Cuando el exministro llegó a la sala de espera del estudio del abogado, le informaron que la reunión sería con la presidenta Boluarte.
“Yo llamé a Colchado para advertirle que unos minutos iba a estar con la presidenta y con Castañeda, para que esté preparado, porque he pasado por ese tipo de presiones. Le avisé que esté atento”, dijo Morán.
Cuando ingresó a la sala, no solo encontró a Castañeda y a la presidenta Boluarte, sino al “hermanísimo” presidencial .
El encuentro fue tenso -según Morán- porque la mandataria estaba incómoda con Colchado, afirmaba que el coronel PNP tenía algo personal contra ella y su familia, que actuaba de manera abusiva.
También mostró su incomodidad con la prensa.
“La presidenta estaba preocupada, decía que la investigación era injusta”, agregó.
A Morán le llamó la atención que Boluarte Zegarra le diera a él los argumentos, porque él no tenía un cargo en ese momento, pero entendió que la intención es que él envié el mensaje a alguien más.
“Era una especie de ultimátum para que sea trasladado al señor Colchado, para una investigación favorable en ese momento”, dijo.
Morán decidió llamar a Colchado en altavoz y le preguntó si tenía un tema personal contra Boluarte.
El coronel PNP respondió que no era así, que la pesquisa se realizaba con normalidad. Sin embargo, al ser consultado por la situación de Nicanor, Colchado respondió que no había nada concreto y podría archivarse en tres meses.
En ese momento, Colchado ya actuaba como agente encubierto en el caso bajo el alias “René”.
UNA MÁS
Según Morán, hubo una segunda reunión entre Castañeda y el coronel Colchado en el Centro Aeronáutico de San Isidro.
Esta vez, el extitular del Interior fue testigo directo de una propuesta -según dijo- sorprendente. “Castañeda le indica que le había dicho a la presidenta Boluarte que el enemigo no es el coronel Colchado, sino el número uno de la Fiscalía, se refería al fiscal de la Nación Juan Carlos Villena y el fiscal supremo Hernán Mendoza”, indicó.
Morán sostuvo que el abogado de la presidenta ofreció un “intercambio de figuritas”.
“Le dijo que busque algunas irregularidades contra ellos (Villena y Mendoza) y la otra figura era ´mira que en diciembre normalmente se producen los pases al retiro´, eso es un mensaje claro”, manifestó.
Cabe recordar que el domingo, el abogado Castañeda difundió una carta de puño y letra en la que informa que de todos los implicados en la presunta organización criminal “Los Waykis en la sombra”, solo conoce a Nicanor por ser hermano de su patrocinada, la presidenta.
“Soy un abogado litigante en ejercicio, no soy asesor, consejero ni funcionario del Gobierno. Me defenderé de estas ‘orquestadas’ imputaciones”, reclamó.
Al respecto, Miguel Pérez, abogado del coronel Colchado, rechazó las acusaciones de Castañeda.
“(Celada) es lo que en derecho se conoce como una puesta en escena; es decir, se construye todo un escenario para que la persona a la que se pretende preconstituir incriminatoriamente, en orden a la prueba que se le va a imputar, caiga. Es decir, se le provoca desde el punto de vista del delito”, indicó.
En diálogo con RPP, afirmó que las reuniones no fueron a instancia de su patrocinado.
“No se construye absolutamente nada para luego, a partir de eso, decir que él ha sido provocado a partir de una actitud incitadora, instigadora, de los funcionarios públicos que, en este caso, se constituyen, como sostiene la ley, como agentes encubiertos”, agregó.
Por otro lado, el decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Raúl Canelo Rabanal, indicó que estarán al tanto del caso que involucra a su agremiado, el doctor Mateo Castañeda.
En ese sentido, informó que el CAL intervendrán si es que encuentran alguna situación de abuso.
“Un abogado tiene derecho a defender, a plantear estrategias. Lo que no tiene derecho es ir más allá de eso, violar la ley, generar tráfico de influencias, entrar en corrupción. Eso no se puede evidentemente. El colegio colabora, va a estar atento si es que ha habido abuso, pero no al contrario”, indicó.
Al cierre de esta edición, se conoció que el Estudio Castañeda & Menacho solicitó al Eficcop las declaraciones testimoniales del exministro Morán y del coronel PNP Harvey Colchado, para que sean examinadas durante las diligencias de detención preliminar.