Fuertes lluvias caerán por tres semanas más en la región norte

El panorama aún se muestra sombrío para los pobladores de la costa norte del Perú, mientras que en Lima cesarían las intensas lluvias hasta fin de mes, según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). 

El general José Chávez, vocero de la citada entidad, informó que aún se esperan tres semanas más de fuertes lluvias en las regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, que hasta ayer registraban 393,815 personas afectadas y más de 20 víctimas mortales. Sin embargo, aseguró que la situación en la capital muestra un cambio favorable, ya que la temperatura del mar ha disminuido significativamente en las últimas horas, tras la presencia y el fortalecimiento de los vientos del Anticiclón del Pacífico Sur.

EL MAR SE ENFRÍA. “La temperatura del mar, donde había una diferencia de 10° C, ha bajado sustancialmente y es una buena noticia. Estamos entre 6 y 7 grados y todos los limeños podemos apreciar que en la madrugada ya sentimos algo de frío. Esa es la presencia y fortalecimiento del Anticiclón del Pacífico Sur, que está empujando los vientos y la masa caliente se está desplazando -de acuerdo con los datos que tenemos- a la zona de Piura, Tumbes y Lambayeque, y un poco hacia la región de Trujillo”, señaló. 

Chávez explicó que el desplazamiento permitirá el enfriamiento del mar que baña a la capital del Perú, dando lugar a una breve calma y que podría prolongarse en toda la costa tras el debilitamiento del fenómeno El Niño costero.“Esperemos que con el paso de estas tres semanas la temperatura descienda a niveles normales de 23°C. Ahora, estamos en 29°C, lo cual produce el calentamiento de esta masa de agua, la evaporación, nubosidad y las precipitaciones intensas, particularmente sobre la zona costera”, agregó.

Esta afirmación fue ratificada por el presidente del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), Javier Gaviola, quien aseguró que el fenómeno climatológico que hoy azota la costa del país empezaría a perder fuerza hacia fines de abril con el cambio de estación y la onda Kelvin.“Un cambio de estación siempre contribuye a debilitar este tipo de eventos. Todo indica que con el otoño, la situación tendería a normalizarse gradualmente las próximas dos o tres semanas”, aseguró.

AISLADOS. En tanto, el tránsito en la Carretera Central continúa interrumpido entre los kilómetros 41 y 45, en el tramo Ricardo Palma- San Mateo, a la altura del sector de Cupiche, en la provincia de Huarochirí. El bloqueo es producto del desborde del río Rímac, ocurrido a las 2.00 a.m. del pasado jueves, en el kilómetro 44. La intensidad del desborde del “Río Hablador”, si bien diminuyó con el paso de las horas, aún imposibilita el libre tránsito en la zona, ocasionando que decenas de familias, entre ellas niños y adultos mayores, hayan quedado varadas y no puedan dirigirse hacia la sierra central ni a Lima.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones informó que la limpieza en la zona se realiza de manera continua con 200 máquinas que trabajan en la rehabilitación de toda la Carretera Central.La Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) recomendó a la ciudadanía evitar viajar por la Carretera Central y en caso de suma urgencia trasladarse con agua y víveres.

CARAPONGO. Por otro lado, cerca de 45 viviendas quedaron afectadas en la urbanización Nuevo Horizonte, en Carapongo, tras el desborde del río Rímac. Vecinos de la zona responsabilizan a la concesionaria que construye la autopista Ramiro Prialé, la cual habría derribado el dique natural del caudal para continuar con las obras en el lugar. 

En tanto, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Edmer Trujillo, señaló que fue posible reencauzar el caudal del río a la altura del kilómetro 19.5 de la Carretera Central, en Lurigancho-Chosica.“Más que la limpieza del cauce, el trabajo ha consistido en construir un dique que ha podido cortar el quiebre que ocurrió en el río y que ocasionó el desborde. La gran cantidad de agua que ingresó en Malecón Checa (San Juan de Lurigancho) salió por acá”, declaró a la Agencia Andina.

La autoridad informó que el caudal del río disminuyó a un nivel de 30 metros cúbicos por segundo, permitiendo el desarrollo del trabajo de encauzamiento en la zona.

ALERTA SANITARIA. Pese a que hasta el momento 120 menores de distintas edades de Carapongo vienen siendo atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño, cientos de personas, entre ellas, adultos mayores, son expuestas a diario a comer y dormir rodeados del barro y la basura que arrastra el huaico hacia las ciudades.

A ello, se suma a la proliferación de moscas y mosquitos que aparecieron en la zonas, luego de que la fuerza del agua destruyera tuberías de desagües y sepultara vivos a animales domésticos que yacían en la zona. El peligro sanitario existente en las localidades afectadas por la furia de la naturaleza se evidencia con el lento actuar de maquinarias, que aún no han logrado remover los escombros que ocupan las principales calles de estos devastados escenarios.

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