Guido Águila: “El IDL quiere adueñarse de la justicia peruana”

El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) es la entidad encargada de designar a jueces y a fiscales del país. Integrada por profesionales que no necesariamente están vinculados con el derecho, se encuentra actualmente en el ojo de la tormenta por denuncias internas, presuntos favorecimientos y supuestos conflictos de intereses. Ante ello, su presidente, Guido Águila, responde a Correo sobre todos estos temas.

Doctor Águila, ¿en qué fase va la selección de cuatro magistrados supremos? 

Está en la segunda fase. Había 107 postulantes que querían tocar el cielo de la justicia peruana, es decir, ser jueces supremos. Aprobaron 20 y al final son 19 los que han pasado a la segunda etapa, que es la evaluación curricular. Allí se verifican sus currículums, artículos y libros. Esto último debe estar concluyendo en noviembre y la última fase es la entrevista, que será en diciembre. 

¿Se descubrió si algún postulante a juez supremo tenía filiación con algún partido político? 

Hay una declaración jurada que se presenta de no pertenecer a algún partido; pero, en medio de este cargamontón y de este campo minado que existe sobre el tema, hay quienes nos dicen que tal magistrado fallo a favor de este color político. Entonces, se está viendo en la fase curricular si existe una sentencia con sentido político. Veremos cuál es su argumentación y, si no aparece nada, está la última etapa de entrevistas en diciembre.

La población asocia y tiene la percepción de que los magistrados están enmarcados bajo un partido político. ¿Qué cree usted? 

De alguna manera, esa es la percepción. Tal vez porque antes los nombramientos de los magistrados se realizaban desde el poder político. Aunque si se dice que los magistrados que ha nombrado el CNM son para que en su momento tal vez vean el caso Odebrecht, yo le aseguro que eso no se va a dar; porque estamos tomando todas las previsiones para evitar el tinte político. Este es el momento para dar el salto de calidad, para que el país tenga la certeza de que nuestros nombramientos no van a ser politizados y que estaremos atentos a si algún juez actúa de una forma u otra para que el órgano de control interno o nosotros verifiquemos su accionar.

Últimamente, el CNM se ha visto en el ojo de la tormenta por acusaciones de conflicto de intereses y favorecimiento a familiares, como en el caso Egacal. ¿Cuál es su respuesta? 

Respecto del supuesto conflicto de intereses por la Escuela de Altos Estudios Jurídicos (Egacal), que dirige mi esposa, renuncié en abril de 2015 al salir elegido consejero. Este supuesto conflicto es un refrito; porque en el 2014, durante mi candidatura, esta ONG (IDL) presentó una tacha ante el Jurado Electoral Especial (JEE) y fue declarada infundada. Luego, no apelaron; por lo cual se entiende que la tacha quedó en nada.

¿Qué pretendería IDL? 

Es tan evidente. No solamente quiere adueñarse de la política, sino de la justicia peruana y que lancen de manera tan irresponsable estas afirmaciones, como si yo fuera el dueño del CNM, como si yo decidiera “a esta persona hay que elegir”. Son siete votos, siete consejeros que votan y cada cuota es de 14%. Lamentablemente, se hace un daño a personas que nada tienen que ver.

¿Qué acciones tomó el CNM al salir a la luz que el consejero Segundo Morales Parraguez tenía a su yerno laborando como asesor? 

El CNM se ha pronunciado sobre este tema hace mucho. El vínculo no es tal; no resulta ser yerno del consejero y no habría una infracción administrativa. Esto se encuentra en el terreno del Congreso y no vamos a entrar a tallar allí. En el caso del asesor, no está justamente por este tema. Renunció.

De ser separado Morales Parraguez, asumiría su accesitaria María Zavala... 

Existe un tema que permite esclarecer muchas cosas. Nosotros en el CNM no elegimos quiénes vienen ni tampoco podemos realizar una suerte de filtro. No tenemos la potestad de elegir ni hacer un filtro, porque para eso existe el JNE y los entes que los nombran: la sala plena de la Corte Suprema del PJ.