Hernán Couturier: "Para la CIJ, la costumbre no genera derecho"
Hernán Couturier: "Para la CIJ, la costumbre no genera derecho"

Politólogo y diplomático especializado en temas de relaciones internacionales, el exembajador del Perú en Brasil Hernán Couturier hace aquí un balance de lo que lograron nuestro país y Chile durante la fase de alegatos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya y lanza una mirada al escenario posterior al fallo de ambos países.

CORREO: El último fallo de La Haya sobre Colombia y Nicaragua le causó una indigestión fulminante a los colombianos. A ellos no les pareció justo. ¿Qué tan justos o infalibles son los fallos de esa Corte?

HERNÁN COUTURIER: No diría que son infalibles, pero sí son irreversibles. Porque, como toda obra humana, puede haber error. Por lo general, los fallos son muy ajustados al derecho. No se atreven los jueces a dar fallos que se alejen del derecho internacional, y mucho menos ignorar la Convención de los Derechos del Mar. Estoy seguro de que Colombia finalmente va a aceptar el fallo. Mucha gente dice que es un fallo arbitrario, pero yo creo que es algo justo, porque Colombia no tiene ninguna razón de ejercer soberanía más allá de las 200 millas.

C: ¿Patear el tablero ha vapuleado la imagen internacional de Colombia?

HC: La posición de Colombia todavía no es definitiva, aún está en un proceso de digestión. La comunidad internacional está observando qué va a hacer. Yo creo que finalmente va a acatar.

C: Sobre la fase oral entre Perú y Chile, para muchos observadores la estrella máxima ha sido el abogado Alain Pellet, del equipo de juristas nacionales. ¿Comparte esa opinión?

HC: Así es.

C: ¿Qué hace a este jurista tan interesante?

HC: En primer término, Pellet es probablemente el mejor abogado internacional que tiene Francia. En segundo lugar, está vinculado a la Corte Internacional hace más de 20 años. Tercero: ha sido presidente de la Corte de La Haya. También ha llevado más de 20 de juicios en la Corte y prácticamente los ha ganado todos. El más reciente, como abogado jefe del equipo jurídico de Nicaragua.

C: ¿Qué es lo más firme y concreto que ha logrado el Perú en la fase oral?

HC: Lo importante no es solo lo que ha quedado claro para el Perú y Chile y la opinión internacional, sino fundamentalmente para los jueces. Creo que ha quedado claro, en primer término, que la frontera terrestre está totalmente trazada, marcada desde 1929. Quedó claro que el punto terminal de la frontera terrestre en el océano Pacífico es el punto de la Concordia, porque así lo dice el tratado. Chile ha procurado distorsionar eso diciendo que comienza en el Hito N° 1, pero este está a 270 metros de la costa. No tiene sentido. Eso es lo primero que ha quedado claro.

C: ¿Qué otra cosa ha logrado el equipo jurídico peruano?

HC: Lo segundo que quedó claro es que no hay tratado de delimitación marítima. Existen instrumentos que yo no llamo tratados, como la Declaración de Santiago de 1952 y el convenio firmado en 1954 en materia de Zona Marítima Especial, que ha pasado por el Congreso de una manera general, pero no son tratados de fronteras. ¿Dónde puede haber una cierta menor solidez de los argumentos peruanos? Es en lo que llaman los chilenos los actos propios: cómo ha sido el comportamiento de los países a lo largo de los años. Lo concreto, lo fáctico, es que desde esa época hasta la actualidad Chile de alguna manera aprovechó esa zona pesquera en disputa para su beneficio económico. Nadie lo puede discutir. Y también es un hecho que Chile ejercía una soberanía de facto.

C: ¿Soberanía de facto?

HC: Esto hay que decirlo claramente. Chile ha ejercido soberanía de facto mucho antes de que exista la Convención de los Derechos del Mar. Soberanía de facto que es producto de un desentendimiento práctico y provisional. Práctico porque había que, de alguna manera, establecer jurisdicciones, y provisional porque sabíamos que en algún momento teníamos que firmar un acuerdo definitivo.

C: En el lado chileno, ¿cuál sería el punto más débil?

HC: Lo que he podido establecer, partiendo de la opinión chilena más enterada, es que ellos se han dado cuenta de que sus puntos débiles son los puntos donde Perú está más fuerte. Los puntos débiles de Chile son, en primer lugar, dónde comienza la frontera marítima, porque ellos tampoco pueden ignorar el Tratado de 1929. Creo que ellos saben que en este punto van a perder.

C: Para algunos resultó incluso risible que Chile mostrara entre su artillería jurídica un texto escolar peruano.

HC: La parte más firme que tienen los chilenos es la que se refiere a la práctica y la costumbre desde el año 52 a la fecha. Ellos sostienen que hay una serie de actos propios del Perú a lo largo de estas décadas que demuestran que acató esa frontera de facto y esa soberanía de facto chilena. Eso es verdad, pero ha sido claramente establecido por la Corte que la costumbre no genera derecho. Lo que genera derecho son los tratados, la voluntad libremente expresada por las partes en un documento suscrito por ambos países. Al no haber ese tratado debidamente perfeccionado por sus sistemas constitucionales, por los congresos respectivos, entonces ¿qué dice la ley? La ley dice que cuando no hay tratado, es la Corte Internacional de Justicia la que fija los límites.

C: De otro lado, ¿encuentra similitudes entre la actuación del senador chileno Carlos Ominami y la de Álvaro Vargas Llosa?

HC: No. Yo creo que hay una diferencia fundamental. Ominami es original y autónomo, no tiene ninguna vinculación con el gobierno del Perú ni con sectores peruanos. Pertenece al sector que está remando a favor de una solución aceptada mutuamente y que sea además el inicio de una nueva relación entre los dos países. Ominami está mirando al futuro y pensando que hay que integrarnos y complementarnos.

C: ¿Puede decir lo mismo de Álvaro Vargas Llosa?

HC: No puedo decir lo mismo de Álvaro Vargas Llosa. Él no ha hecho otra cosa que defender exactamente los mismos argumentos que ha defendido Chile en la Corte. No quiero especular más sobre sus motivaciones, pero es un hecho concreto que defiende a pie juntillas la tesis chilena.