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Disparó. La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, rechazó las expresiones del presidente Ollanta Humala -quien dijo que el fujimorismo nació de una cloaca- y vinculó a este gobierno con actos de corrupción.

Señaló que los insultos del Mandatario hacia su partido son “formas chavistas de hacer política” y revelan un “afán persecutorio vergonzoso” en contra del fujimorismo.

“Eso es politiquería barata y no contribuye con la estabilidad política, principal ingrediente para el crecimiento económico. Rechazo esta forma chavista de hacer política con insultos”, dijo en un pronunciamiento público.

Keiko agregó que con insultos, el Mandatario no puede tapar los escándalos de la “red de corrupción” de Martín Belaunde, exasesor y amigo suyo.

“Humala está nervioso con los destapes constantes de esta gran red de corrupción del señor Martín Belaunde, que sin lugar a dudas involucra a este gobierno y sobre todo a la pareja presidencial”, aseguró.

“Llaman la atención -prosiguió Keiko- sus respuesta iracundas ante la prensa internacional. Nos demuestra que (el Presidente) quiere hacer una cortina de humo y revela el nerviosismo de Humala”, señaló.

En ese sentido, dijo que el jefe de Estado también está preocupado porque en pocos días se conocerá el informe final de la comisión que investiga el ilegal resguardo otorgado al exoperador montesinista Óscar López Meneses.

DISCULPAS. La excandidata presidencial sostuvo que Humala personifica a la Nación “y cuando insulta a la oposición, insulta a millones de peruanos”. Lo lógico -agregó- es que luego del exabrupto, “pida las disculpas del caso”.

Asimismo, rechazó que se le haya llamado “chantajistas” a sus congresistas por haber abandonado la sesión del pleno del Congreso ayer por la mañana.

“Señor Humala, se ha olvidado de cuando usted fue oposición. Nosotros no tomamos carreteras, no irrumpimos en los plenos del Congreso. Ningún congresista nuestro le ha roto la nariz al personal del Congreso”, afirmó.

En ese sentido, dijo que ha instruido a su bancada para que acuda al pleno cuando vuelva a ser convocado.

Finalmente, dijo que la reducción del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) para combustibles es sospechosa, ya que el petróleo estaba bajando hace tiempo.

“Hay que dar medidas para acelerar la economía, pero para eso lo más importante es dar estabilidad política. Hay una escopeta de dos cañones: por un lado lanzan medidas, pero por el otro nos insultan”, dijo.

LA JUGADA. Entre tanto, en el Congreso, la desazón de la mayoría de fuerzas políticas por el exabrupto del jefe de Estado fue expresada en una moción institucional que exige la rectificación de Humala. La negación del oficialismo por aceptar el documento terminó frustrando la sesión plenaria de ayer.

El acuerdo de los voceros parlamentarios llegó a las 9.45 horas, cuando el aprista Mauricio Mulder exigió la presencia de la premier Ana Jara a fin de que pida disculpas al bloque de oposición.

Frente a la oposición de la titular del Parlamento, Ana Solórzano, se acordó que Mulder elabore la moción para exhortar a Humala a que “se mantenga por encima del debate partidario”.

Mientras eso ocurría, los fujimoristas se dirigieron al Hall de los Pasos Perdidos para brindar una conferencia.

Al percatarse de que solo 42 legisladores estaban presentes -cuando el quórum mínimo era de 64-, Solórzano decidió suspender la sesión que tenía previsto discutir la aprobación del kit de medidas reactivadoras de la economía. Ello luego de que la oposición condicionó el debate al paquete económico a la aprobación de la moción.