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Otro de los principales “objetivos” de este seguimiento es Jorge Paredes Terry, exasesor del congresista oficialista , y que denunció, en junio del año pasado, que el presidente  recibió aportes de la minería ilegal durante la campaña electoral del 2011.

Un mes después, el 24 de julio a las 12 y 26 horas, Paredes Terry fue espiado en Magdalena del Mar. Un reporte de inteligencia indica que “Paredes Terry y otra persona en proceso de identificación de aproximadamente 60 años arribaron a bordo de un vehículo taxi, los mismos que fueron recibidos en la puerta de acceso de la empresa Diálogo y Soluciones S.A.C.”.

Dicha compañía le pertenece al secretario general del partido aprista Jorge del Castillo y está ubicada en el pasaje Calderón No 179, en Magdalena.

REGLAJE A PIE. A las 13 y 17 horas de ese mismo día, los espías filmaron “la salida de Jorge Paredes Terry y su acompañante (en proceso de identificación) de dichas instalaciones, observándose su desplazamiento a pie hasta las intersecciones de la av. El Ejército con la av. Salaverry, donde abordaron un vehículo taxi”, relata el informe de inteligencia.

Una de las conclusiones a la que arriban los espías en el citado documento indica que “no se descarta que la presencia de Jorge Paredes Terry en las instalaciones de Diálogo y Soluciones S.A.C., así como su reunión con Jorge del Castillo Gálvez haya sido orientada en su momento para suministrar información ‘distorsionada y manipulada’ contra las principales autoridades del gobierno central”.

“No se descarta -finaliza el reporte- que diversos medios de comunicación afines a intereses económicos y políticos de oposición realicen una ‘agenda’ mediática con la finalidad de comprometer la imagen y credibilidad del Presidente de la República, la Primera Dama, así como altos funcionarios del Estado”.

“¿Qué empresa privada estaría interesada en seguir a un denunciante del Presidente?”, se preguntó Rospigliosi y agregó: “Es una débil excusa”.

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