Muy lamentable la noticia de que nuestro país se encuentra en el último lugar de la tabla en Latinoamérica en cuanto a resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa), que examina el rendimiento académico de escolares de 15 años en comprensión lectora, matemáticas y ciencias.

Lo peor de todo es que desde 2009 a la fecha hemos retrocedido en la referida evaluación internacional, al tiempo que nuestra economía no ha dejado de crecer. Esto nos hace ver que existe una tremenda incongruencia entre desarrollo económico y educación escolar, que debe de llamar la atención de todos los involucrados en la materia.

En medio de todo este panorama resulta interesante la posición adoptada por el nuevo ministro de Educación, Jaime Saavedra, quien ha hablado de la urgencia de hacer cambios dramáticos, en lugar de buscar excusas, evadir la realidad y anunciar cualquier cosa antes de tomar por las astas el difícil panorama que tenemos al frente.

La oposición tendría mucho para criticar a este gobierno por los pobres resultados de la evaluación Pisa que nos han dejado en la cola del continente.

Ahí está el haberse traído abajo la Carrera Pública Magisterial, o el haber tenido por tanto tiempo a una ministra que se dedicó a sobrevivir antes que a mejorar los niveles educativos.

Sin embargo, lo que toca ahora es sumar esfuerzos entre todos para salir del hoyo, si no queremos pagar luego la factura de tener ciudadanos de tan bajo nivel académico, sin las condiciones necesarias para sostener el crecimiento y el desarrollo que hoy percibimos.

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