El Tribunal Constitucional tuvo en sus manos la posibilidad de impedir que la llamada ley de taxis colectivos, aprobada por el Congreso, entrara en vigencia. ¿Por qué no lo hizo? (Foto: GEC)
El Tribunal Constitucional tuvo en sus manos la posibilidad de impedir que la llamada ley de taxis colectivos, aprobada por el Congreso, entrara en vigencia. ¿Por qué no lo hizo? (Foto: GEC)

El Tribunal Constitucional tuvo en sus manos la posibilidad de impedir que la llamada ley de taxis colectivos, aprobada por el Congreso, entrara en vigencia. ¿Por qué no lo hizo?

Según explicó a Correo la presidenta del Tribunal Construccional, Marianella Ledesma, cuatro magistrados -incluida ella– votaron contra esa ley por considerarla inconstitucional, pero no lograron los cinco votos necesarios para aprobar la resolución, de modo que la polémica norma quedó avalada solo con dos votos, la de los magistrados Ernesto Blume y José Luis Sardón.

Esta situación, dice Ledesma, no se habría presentado con la presencia del magistrado Carlos Ramos, fallecido en ese entonces.

“Mire, en el caso de los taxis colectivos, lo paradójico es la votación del TC. Cuatro magistrados decidimos declarar la nulidad de esa ley de taxis colectivos. Cuatro magistrados queríamos declarar la inconstitucionalidad, pero dos magistrados – Ernesto Blume y José Luis Sardón - decidieron que estaba muy bien. Nuestra legislación dice que se requieren cinco votos para declarar la inconstitucionalidad de una norma. Solo conseguimos cuatro votos de seis porque el magistrado Carlos Ramos había fallecido”, señaló Ledesma.

Agregó que si Ramos hubiera estado presente, habríamos logrado esos cinco votos. “De manera que la posición de dos magistrados ha validado esa ley. Como he dicho en mi voto, no podemos liberarnos de la responsabilidad de preocuparnos por la calidad del servicio y del riesgo que supone para la salud de los pasajeros que se ven obligados a tomar este tipo de movilidad”, aseveró.