La lideresa del Partido Popular Popular Cristiano (PPC) Lourdes Flores Nano compara la presión que el Ejecutivo ejerció sobre el Congreso para la aprobación de las reformas políticas, y la cuestión de confianza que presentó para tal fin, con las recientes declaraciones del gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáeceres Llica, quien condiciona el cese de la huelga indefinida por el proyecto Tía María a la anulación, por parte del jefe de Estado Martín Vizcarra, del permiso de construcción otorgado a Southern.
En entrevista con Correo, la excandidata presidencial critica la falta de liderazgo del primer poder del Estado.
¿Hizo bien la justicia estadounidense en decidir que Toledo permanezca arrestado hasta que concluya su proceso de extradición?Si está tomando esa decisión es porque considera que hay elementos suficientes para cuidar cualquier riesgo de fuga de quien habrían calificado como un posible fugitivo. Estoy segura de que Estados Unidos va a tener un proceso muy cuidadoso respecto al debido proceso.
Susana Villarán y Keiko Fujimori están en la cárcel. ¿Reafirma su posición sobre no tener temor a ir a prisión? Solo debo decir que en lo que a mí concierne se viene llevando una investigación con todo respeto hacia mis derechos y, por supuesto, estoy cumpliendo al pie de la letra mi deber. Si lo que se persigue con objetividad es la verdad, estoy absolutamente convencida de que las cosas se esclarecerán.
¿El PPC la respalda en el proceso? El partido está absolutamente al margen de toda investigación.
¿Le dio explicaciones al presidente del partido, Alberto Beingolea? Con Alberto tenemos una relación muy fluida, pero la investigación es a mí y, en consecuencia, soy yo quien debe responder por ella.
¿A quién recomendaría como candidato del PPC para las elecciones del 2021? Si el partido decide ir con candidato propio, se proyecta como una opción lógica nuestro actual presidente Beingolea. Marisol Pérez Tello es otra figura, y como ellos pueden haber otros.
¿Cuánto daño le ha hecho al partido la figura de Raúl Castro? Fue un momento muy duro para el partido, terminamos el 2016 divididos. Tuvo un costo fuerte que ya está superado.
¿Considera que el financiamiento ilícito a organizaciones políticas debe ser tipificado como un delito? Sí. Con lo cual se ratifica la tesis en la que creo: que hasta el día en que se apruebe la ley de financiamiento ilícito de partidos en el Perú, cualquier problema que hubiera habido con respecto al financiamiento no es un delito. Esa ley trae una serie de problemas. No solo va a ser complicado el mecanismo de organización; será difícil encontrar personas que quieran asumir la tarea voluntaria como tesoreros cuando tengan una amenaza de riesgo penal.
¿Existe persecución política hacia los partidos con los proyectos planteados por el Ejecutivo? Es absolutamente razonable que no sigamos teniendo un sistema donde compiten 26 organizaciones en una elección; no es sano ni democrático. Pretendían ir a una elección parlamentaria en segunda vuelta. Se ha establecido una valla de votos y quien no alcance, no pasa la elección. Creo que hay un exceso de todas las medidas.
¿El Congreso está haciendo su parte en la reforma? La Comisión de Constitución está cumpliendo su tarea. Honró su compromiso constitucional de discutir y tenía el derecho de elegir la opción que creyera mejor.
¿El presidente Martín Vizcarra podrá aplicar una nueva cuestión de confianza?Desde luego que no. No solo porque lo ha dicho el presidente del Tribunal Constitucional (Ernesto Blume), sino porque la reforma constitucional es inobservable. El Ejecutivo no puede pretender imponerle al Parlamento una reforma constitucional, lo que puede hacer es observar una ley si no considera adecuada una norma. Ningún poder del Estado puede ejercer de ninguna manera una suerte de reserva con respecto a la cuestión de confianza, para que si la ley aprobada no me gusta, ejerzo una potestad constitucional de disolución. De ninguna manera.
¿El Mandatario ejerció presión con las reformas? La mejor respuesta la acaba de recibir el Poder Ejecutivo con un acto igualmente condenable por parte del gobernador regional de Arequipa, que pecha al Presidente —con absoluta insolencia e irrespeto a la figura presidencial— y le dice: “O usted en 15 días deja sin efecto la licencia, o presentamos una vacancia”. Es decir, el presidente de la República ha recibido de su propia medicina, absolutamente incorrecta de parte de un gobernador regional. Entonces, creo que la lección debería ser aprendida. No es sobre la base de presiones ejercidas fuera del marco constitucional como se construye un equilibrio de poderes, aunque pueda sonar muy popular y recibir muchos aplausos.
¿Abusó el Ejecutivo de su poder? No me pareció sano en este corto tiempo que se viva bajo la permanente presión, cuasichantaje, de decir: “O haces lo que yo quiero o te disuelvo”. Ni es sano ni es conveniente para la democracia. ¿Crea presión? Sí. ¿Gana popularidad? Seguramente. Pero no dice bien cómo debe ser el respeto entre poderes. Entonces, cuando al propio poder Ejecutivo se le contesta con igual prepotencia y con igual falta de respeto, creo que queda limitada en su capacidad de respuesta, porque él ha actuado más o menos igual.
Con todo lo que está pasando en Tía María, ¿vemos un gobierno débil? Más allá de quién “gana” esta prueba de fuerza, lo importante es que no triunfen los extremismos sino la razón. Hay una resistencia, una corriente política, y hay que hacer un trabajo doblemente esforzado para vencerla.
¿Hay falta de liderazgo en el Ejecutivo? A veces es la incapacidad de tener planteamientos alternativos, la posibilidad de llegar con una capacidad dialogante, de adelantarse con propuestas novedosas. Liderazgo significa tener visión de Estado, de futuro, proyección como país.
¿Entonces el Ejecutivo no lo tiene? No, por supuesto que no. Metido en su pleito cotidiano, creo que está mirando al enemigo equivocado.
¿Cómo trataría el conflicto? Si lo que se quería dar es una señal a favor de la inversión minera, quizá se habrían dado otras señales en otros proyectos mineros que eran de más fácil realización. No sé si Quellaveco, Michiquillay...
¿El premier Salvador del Solar hace un buen trabajo? Le tengo un gran aprecio porque lo conozco de muy joven. Sé de su vocación de servicio y de su honestidad para con la función pública. No sé si sabía en lo que se estaba metiendo, que tenía de por medio este desafío de país tan complejo, y a veces siento que se ha comprado el libreto del corto plazo, pero no deja de ser un actor del pleito (...). Le deseo suerte para sacar adelante las reformas y que simultáneamente haya serenidad en el Gobierno para no imaginar que su gran éxito es ver cómo chanco al adversario político.
¿Respalda su propuesta del 50% de paridad para listas de candidatos al Congreso? Es contradictorio con el modelo democrático que se propone. Si queremos ir a elecciones internas y aspiramos a que sea el voto el que mande, ¿qué explicación racional hay para querer elecciones por un lado que ordenan una lista en función del voto personal, pero en las elecciones internas va a haber voto preferencial e imponer que los candidatos tengan de manera alternada que colocarse en una lista? (...) Me parece que hay un exceso en colocar paridad, alternancia y exigencias formales a un partido, limita su capacidad de acción.
¿El levantamiento de inmunidad debe seguir en manos del Congreso? Creo que sí, pero siendo muy claros en distinguir lo que está amparado por la inmunidad y lo que no lo está (...) ¿Cuáles son los problemas que hemos vivido en estos últimos años? ¿Han sido esos? No, han sido problemas de personas que cometieron actos delictivos antes de ser parlamentarios y que una vez elegidos quedan protegidos bajo la inmunidad. Eso no tendría que tener ninguna distorsión, el proceso tendría que ser inmediato.
La economía peruana creció apenas 0.63%. ¿Qué puede decir al respecto? El país entró en una etapa que los economistas llaman “ralentización”, y no debemos desaprovechar oportunidades que nos pueden ayudar a seguir creciendo. Y el Gobierno no parece reaccionar frente a eso, embebido en lo que está, en estas vorágines de pequeños pleitos y conflictos cotidianos, buscando un enemigo por todos lados sin enfrentar con mucha claridad ese desafío. Le queda muy poco tiempo. Ya no creo que de acá al 2021 tengamos la esperanza de un crecimiento importante, significativo, pero por lo menos no habría que dejar que la economía siga caminando tan lentamente.
¿Hay un riesgo geopolítico en el acuerdo del Gasoducto con Bolivia? Sí. Creo que hay un riesgo en el radicalismo antisistema que termina siendo el que cosecha la insatisfacción ciudadana. A eso se le suma el comunismo internacional (...) Considero peligroso proveernos de gas de Bolivia. En Puno tenemos potenciales minerales como el litio, una riqueza por explotar, y allí se perpetra un radicalismo ideológico que comienza a expresarse en una serie de gobernadores regionales que miran con benevolencia y piden licencia para saludar al señor Evo Morales y tienden puentes con él.
¿Se pueden revertir los contratos? Estamos en la capacidad de ponerle límite a lo que resulte peligroso, mirar otras opciones (...) Necesitamos hombres y mujeres de Estado mirando el horizonte, no perdidos en la guerra de plumitas, como si esa fuera la transformación que el país necesita. La reforma es importante, pero hay una serie de otras cosas que se nos pueden estar pasando por la mesa, al estar ocupados poniendo toda la energía en ese pleito que considero que es absolutamente menor.
¿Cómo tomó la noticia del fallecimiento del expresidente Alan García? Me impactó mucho, lo sentí mucho. Tiene que haber tenido una sensación muy especial para que se prive de la vida, siendo un hombre joven con mucho por ofrecer.
¿Se apresuró en su decisión? Es difícil juzgar la actitud de un ser humano en una circunstancia como esa. Hay que tener unas características muy especiales, personales, para adoptar una decisión de ese tipo, y frente a ellas solo cabe el respeto a la decisión personal y a la libertad ejercida por otra persona. Yo lo sentí muchísimo, mi evolución en el trato con Alan García fue variando en el tiempo y, sí, traté de acompañar sus exequias con el mayor cariño y con el más grato recuerdo.
¿Cuáles son sus aspiraciones políticas? Todas las aspiraciones para mi partido: procurar que tenga nuevamente una representación parlamentaria y acompañar en todo lo que esté a mi alcance a la organización.