Lima Metropolitana y la provincia del Callao cumplen hoy 42 días en estado de emergencia, medida declarada por el Gobierno con la finalidad de combatir el desborde de la delincuencia y el crimen organizado, sobre todo por los delitos de extorsión, homicidio y secuestro, los que generan mayor zozobra en la población.
El Decreto Supremo 046-2025-PCM, del 17 de abril pasado y que prorrogó el estado de emergencia por 30 días en Lima y Callao, argumenta que dicha medida es necesaria por la perturbación del orden interno a causa del incremento de los mencionados delitos.
Las crecientes extorsiones en Lima han desatado la alarma en la población, pues afectan a diversos sectores, entre ellos al transporte público.
A causa de la escalada de dicho delito, los transportistas paralizaron sus labores en las semanas pasadas. Ellos demandaron a las autoridades mayor eficacia en la lucha contra las bandas de extorsionadores, que en los últimos meses causaron la muerte de casi una veintena de conductores.
DETENCIONES
Pese a que estos delitos graves son la mayor preocupación de la población y deberían ser los principales delitos a combatir por el Gobierno, las estadísticas señalan lo contrario.
Según cifras del Registro Nacional de Detenidos y Sentenciados a Pena Privativa de Libertad Efectiva (Renadespple), difundidas por el Ministerio Público, en el primer trimestre de este año hubo 56,593 detenciones en todo el país.
No obstante, de ese total solo el 1.38% corresponde a delitos graves como extorsión, homicidio y secuestro.
Esto significa que más del 98% de detenciones en ese período tienen relación con delitos menores como agresiones familiares y conducción en estado de ebriedad.
Asimismo, evidencia que las cifras de detenidos que el Ejecutivo difundía durante sus “Cuartos de Guerra” no correspondían, en gran medida, a delitos graves (extorsión, homicidio y secuestros), sino a delitos simples.
MÁS FRECUENTES
De acuerdo con cifras del Renadespple, dados a conocer por el Ministerio Público en su cuenta de X, los delitos más frecuentes que motivaron las detenciones en el primer trimestre de 2025 fueron: conducción en estado de ebriedad o drogadicción (27.02%), agresiones en contra de las mujeres o integrantes del grupo familiar (18.85%), receptación (6.06%), lesiones culposas (5.60%) y hurto agravado (4.77%).
Estos detalles no se difundieron en “Cuartos de Guerra” que encabezaba la presidenta Dina Boluarte.
FALENCIA
En contraparte, los delitos más graves y que son los que generan mayor preocupación en la comunidad, además de ser la razón de la implementación de los estados de emergencia en Lima, Callao u otras zonas del país, son los que han motivado menos detenciones durante los primeros tres meses del presente año.
Datos del Renadespple muestran que en ese periodo los delitos de extorsión motivaron solamente el 0.75% de las detenciones, seguido de los homicidios, con 0.46%, y el secuestro, con un escaso 0.17%.
CAMBIO
Según el exministro del Interior José Elice, para una lucha más eficiente contra los delitos graves se requiere un cambio de estrategia y que se tenga como elemento central la labor de inteligencia.
“Como los cuerpos de inteligencia no alcanzan y no hay suficientes agentes de inteligencia, necesitamos una estrategia de ‘Inteligencia ampliada’, que utilice a los agentes que no son de inteligencia”, indicó a Correo.
Sostuvo que esta labor debe tener como acción central la búsqueda, no de personas, sino de información para ser sistematizada y organizada, y luego analizada, base sobre la cual se diseñará una estrategia que se debe aplicar en estos casos.
De acuerdo con Elice, a la par se tiene que sincerar la información para hablar con evidencias.
FRACASO
Por su parte, el también exministro del Interior Remigio Hernani expresó su desconfianza en las cifras del Ministerio Público y dijo que la Policía hace su máximo esfuerzo para combatir al crimen, pero lamentablemente se ha visto rebasada, porque carece de personal suficiente, de tecnología y fondos.
Subrayó que el actual gobierno falla en la lucha contra los graves delitos que afectan a la población.
“El fracaso sigue todos los días. Cuando (Juan José) Santiváñez entró al Ministerio del Interior había cuatro muertos diarios, y cuando se fue censurado, dejó seis; ahora estamos llegando a siete. Eso dicen las estadísticas porque los muertos no se pueden ocultar”, manifestó a Correo.
En su opinión, también se requiere mayor inteligencia, frente al crimen, aunque advirtió que “hacer inteligencia operativa es cara”.