Foto: ANDINA.
Foto: ANDINA.

Tiempos convulsos vive el Ministerio Público tras la pugna que protagonizaron Delia Espinoza, fiscal de la Nación, y la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Esta última repuso a Patricia Benavides Vargas como máxima titular de la Fiscalía. Luego, Espinoza se negó a acatar la decisión, alegando arbitrariedades y, finalmente, el Poder Judicial “suspendió” en el cargo a Benavides Vargas.

El enfrentamiento, que tuvo lugar por más de dos semanas, reavivó el debate sobre una necesaria reforma en el Ministerio Público (MP). En el Congreso hay siete iniciativas en ese sentido.

En el Congreso

El proyecto de ley más reciente para “reordenar” o “reorganizar” el MP fue presentado por la bancada de Renovación Popular y plantea declarar en emergencia la Fiscalía, por doce meses, con el propósito de reorganizarla. Para ello, se suspenderían las funciones de la fiscal de la Nación y de la Junta de Fiscales Supremos (JFS).

Además, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) designará a siete integrantes de la “Junta Transitoria de Fiscales Supremos”, vía concurso público, entre los fiscales supremos adjuntos o fiscales superiores titulares.

Esta iniciativa se asemeja a la presentada por Perú Libre en junio. No es la primera vez, sin embargo, que este grupo parlamentario muestra interés en la reorganización de la Fiscalía.

Además del proyecto mencionado, los perulibristas presentaron otras cuatro propuestas.

En octubre del 2022 sugirieron que la fiscal de la Nación sea elegida por todos los fiscales titulares del país; en febrero del 2024, “reorganizar” la Fiscalía “por dos años”; en agosto del mismo año, que el cargo de fiscal de la Nación solo se ocupe por dos años y que, al culminar este, también concluya su etapa como fiscal supremo; y en marzo de 2025 insistieron con el mismo planteamiento.

El grupo perulibrista también presentó, junto a legisladores de Acción Popular, Somos Perú y Podemos, una iniciativa para que una comisión reorganizadora, a cargo de expresidentes del Tribunal Constitucional (TC), realicen una propuesta de reforma de la entidad.

Esta propuesta también ha sido esgrimida por el constitucionalista Natale Amprimo.

“(Este grupo) asumiría las funciones de la JNJ y pueda, por invitación, captar profesionales reconocidos que puedan integrarse a las fiscalías supremas”, indicó a la prensa.

¿Es este Congreso el más indicado para realizar la reforma? No en la medida que los autores de los proyectos de ley son parte de investigaciones fiscales.

Sin embargo, se podría optar por una fórmula que excluya al Congreso y se encargue ese proceso a juristas connotados e independientes.

Factor Gorriti

Una pregunta clave es: ¿Cuándo empezó el declive del Ministerio Público? o ¿qué injerencias lo han hecho un organismo politizado?

“Llevé a Gustavo (Gorriti) con Pablo (Sánchez), ahí Gustavo le habló de (Caso) Lava Jato, de la necesidad de formar un equipo especial o poner a un fiscal a trabajar a dedicación exclusiva en ello. Pablo nombró al Dr. Hamilton Castro para que se hiciera cargo de eso. Creo que hubo una o dos reuniones que Hamilton sostuvo con Gustavo, y cuando se percató que Gustavo quería dirigir la investigación, Hamilton le dio cuenta de ello a Pablo Sánchez y le dijo que ya no se iba a reunir más con él y que iba a seguir por su cuenta“, detalló el colaborador eficaz Jaime Villanueva en una declaración. Según precisó, ello ocurrió en 2015.

Desde entonces, las coordinaciones solo se intensificaron, de acuerdo a su testimonio.

Sobre el caso Cócteles, que tiene a Keiko Fujimori como principal procesada, Villanueva dijo que era “Gustavo era un poco el que dirigía la investigación, (...) venía bastante seguido a hablar con Pablo Sánchez”.

“De hecho, Gustavo intercedió y hasta exigió que se contrate al fiscal (Stefan) Lenz”, agregó.

Por otro lado, se refirió a la reestructuración del Equipo Lava Jato en julio del 2018.

Contó que Gorriti le pidió trasladarle un mensaje a Pedro Chávarry, quien iba a jurar esa fecha (20 de julio) como fiscal de la Nación: “(Me dijo) que le haga llegar a Chávarry el mensaje de que, si hasta las 7 de la noche no se creaba (reconformaba) el Equipo Especial, él iba a hacer pública esa carta”.

Lo que habría buscado el hombre de prensa, acotó Villanueva, era que Rafael Vela tomara la coordinación del grupo fiscal y que se integrara al fiscal José Domingo Pérez.

Este punto es, también, clave. El trabajo politizado del Equipo Especial Lava Jato ha derivado en múltiples críticas por una persecución ajena a los criterios de la ley y que derivaron en prisiones preventivas excesivas y hasta en decisiones extremas como el suicidio del expresidente Alan García.

Sobre la necesidad de una reforma, el constitucionalista Víctor García Toma destaca que, por responsabilidad de anteriores gestiones, el MP ha adscrito a operadores de justicia “carentes de criterios jurídicos básicos” y “deficientes”.

Identifica una clara “intromisión y direccionamiento político del MP”, utilizado para “servir de espolón contra ciertos sectores políticos”. Un tercer punto clave es la “corrupción notoria y evidente”.

Además, señala que las investigaciones y acusaciones se han “venido prolongando indebidamente en el tiempo”, y que la Fiscalía es la institución con “menos credibilidad y más problemas” del sistema de justicia.

“Tiene que realizarse una reformulación orgánica de la Fiscalía, una nueva Ley Orgánica del MP”, sostuvo.

El expresidente del TC planteó un “mejoramiento de la legislación procesal” y un “mecanismo más efectivo de control disciplinario”.

Considera fundamental la “recomposición de la JFS” y la “desactivación de cargos provisionales” en la justicia, ya que son “un claro peligro a la independencia, a la autonomía y la imparcialidad”.

Sobre esto último, sugiere que se asigne un presupuesto para que la JNJ convierta los cargos provisionales en titulares.

Por su parte, el abogado penalista Andy Carrión sostiene que la crisis del MP se debe, fundamentalmente, a que “no está cumpliendo su rol fundamental, que es la de luchar contra el crimen y reducir los índices de criminalidad”.

“Otro factor es la excesiva concentración en casos fútiles, que no llegan a buen término y generan un desgaste de los esfuerzos de la propia Fiscalía, contribuyendo a la sobrecarga e ineficiencia en el trabajo”, indicó a Correo.

Además, identificó como otra de las causas del “desmoronamiento” de la entidad el “excesivo protagonismo de sus miembros”, entre ellos, los miembros del Equipo Especial Lava Jato.

Sostuvo, en esa línea, que se “ha generado una isla dentro del propio MP, con propias prerrogativas”, que desincentiva el trabajo de otros fiscales al generar “ciertos beneficios particulares”.